Evo Morales, expresidente de Bolivia y líder del Movimiento al Socialismo (MAS), reafirmó su postulación para las elecciones presidenciales de 2025 en un discurso ante sus seguidores en Cochabamba.
A pesar de las limitaciones legales establecidas por el Tribunal Constitucional Plurinacional en diciembre pasado, Morales insiste en su derecho a competir por la presidencia.
El Tribunal Constitucional dictaminó que la reelección indefinida no es un derecho humano, limitando a dos periodos presidenciales a cualquier persona, ya sea de forma continua o discontinua.
Aunque Morales gobernó durante tres periodos, argumenta que aún está habilitado legal y constitucionalmente para ser presidente.
Morales también mencionó el respaldo de gobiernos de izquierda en América Latina, incluyendo a líderes como Lula da Silva de Brasil y Nicolás Maduro de Venezuela.
Advirtió que, si no se le permite ser candidato "a las buenas", recurrirá a "las malas" mediante movilizaciones populares.
En paralelo, sus seguidores se están organizando para enfrentar el congreso del MAS convocado por el actual presidente Luis Arce en El Alto. Morales instó a sus seguidores a movilizarse y prepararse para protestar en las calles.
El conflicto entre Arce y Morales se remonta a 2021 y se intensificó el año pasado con la ratificación de Morales como líder del MAS y candidato único para 2025 en un congreso que excluyó a la facción leal a Arce.
El desacuerdo sobre la convocatoria de un nuevo congreso consensuado ha aumentado las tensiones dentro del partido oficialista.