Este miércoles, las autoridades continuan las labores de búsqueda y rescate en Iowa, tras el devastador paso de un tornado el martes que resultó en la muerte de al menos una persona.
La oficina del alguacil del condado de Adams informó que el martes una mujer falleció cuando los fuertes vientos arrojaron su vehículo fuera de la carretera, aproximadamente a 5 kilómetros al norte de Corning, Iowa, o a unos 48 kilómetros al suroeste de Greenfield. En esta última localidad, el tornado dejó un camino de destrucción, arrasando casas y vehículos.
La identidad y edad de la mujer, que viajaba sola en el automóvil, aún no han sido divulgadas.
Hasta la mañana del miércoles, no se han reportado más víctimas mortales ni heridos, mientras las autoridades siguen con las operaciones de rescate.
El tornado no solo devastó Greenfield, un pueblo de 2,000 habitantes, sino que también causó estragos en las áreas circundantes, incluyendo la destrucción de turbinas eólicas.
Posteriormente, las tormentas se desplazaron hacia el este, afectando regiones de Illinois y Wisconsin y dejando a decenas de miles sin electricidad.
Este evento ocurre en un contexto de una intensa temporada de tornados en Estados Unidos, exacerbada por el cambio climático que incrementa la severidad de estas tormentas a nivel global. En abril, se registró el segundo número más alto de tornados en la historia del país.
Hasta la fecha, ha habido un 27% más de tornados que el promedio, con un total preliminar de 859 para este año, el número más alto desde 2017 y significativamente superior al promedio de 676 hasta el 21 de mayo, según el Centro de Pronóstico de Tormentas de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica en Norman, Oklahoma. De estos, cerca de 700 tornados ocurrieron entre abril y mayo.
Iowa lidera el recuento con 81 tornados, seguido de Texas con 74, y Kansas y Ohio, cada uno con 66.