Misiles rusos impactaron en Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, ubicada en el noreste del país, matando al menos a siete civiles el jueves por la mañana, según informaron las autoridades.
El ejército ucraniano lucha por frenar una intensa ofensiva transfronteriza rusa, llevada a cabo por fuerzas del Kremlin, que cuentan con mayor número y mejor equipamiento.
El gobernador regional, Oleh Syniehubov, informó que los misiles S-300 causaron heridas a al menos 16 personas tras golpear la ciudad de Járkiv, provocando 15 explosiones en esta urbe de un millón de habitantes.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, calificó el ataque como “extremadamente cruel”. Además, expresó su frustración por la falta de sistemas antiaéreos suficientes proporcionados por los socios occidentales, necesarios para enfrentar los bombardeos tras más de dos años de guerra constante.
Járkiv, capital de la región homónima, se encuentra a unos 20 kilómetros de la frontera rusa. En las últimas semanas, las tropas de Moscú han capturado varios poblados en la zona como parte de una ofensiva más amplia. Analistas indican que podrían estar intentando acercarse lo suficiente para alcanzar la ciudad con artillería.
En lo que se ha convertido en la prueba más grande para Ucrania desde que Rusia inició su invasión a gran escala en febrero de 2022, las fuerzas ucranianas, superadas en número y potencia de fuego, enfrentan presión en varios puntos de los más de mil kilómetros del frente, que se extiende de norte a sur en el este del país.
Ucrania carece de defensas antiaéreas y espera recibir más ayuda militar occidental, la cual llega lentamente. Su ejército se ha visto obligado a retroceder en algunos puntos mientras Rusia castiga su red eléctrica y zonas civiles. Kiev registró nuevos cortes de luz el jueves.
Zelenskyy indicó que los principales focos de combates son Járkiv y la región vecina de Donetsk. En febrero, los defensores ucranianos se retiraron del bastión de Avdiivka. Para el Kremlin, tomar el control total de Donetsk, región que ocupa parcialmente, es una prioridad.
Al mismo tiempo, en un aparente esfuerzo por dividir a las mermadas fuerzas ucranianas, tropas rusas han hecho incursiones en la región norteña de Sumy. Cerca de 1,500 personas, incluidos 200 niños, fueron evacuados de las poblaciones de Bilopillia y Vorozhba, según el gobernador regional Volodymyr Artiukh.
“El principal objetivo (de los combates) está en toda la zona de la frontera”, dijo Zelenskyy en su mensaje vespertino del miércoles.
En Liubotyn, una pequeña localidad a unos 10 kilómetros al oeste de Járkiv, misiles rusos impactaron el centro urbano, hiriendo a ocho civiles.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó el jueves que sus fuerzas tomaron el control de Andriivka, que las fuerzas ucranianas retenían desde que los combates en septiembre dejaron la ciudad en ruinas.
En otras áreas de Donetsk, las fuerzas rusas dijeron haber avanzado cerca de Chasiv Yar, Konstantinovka y Rozdolivka. No fue posible verificar estas afirmaciones de forma independiente. Los recientes avances rusos han sido graduales.
Ucrania también ha dirigido su atención hacia regiones rusas al otro lado de la frontera. El Ministerio ruso de Defensa informó el jueves que 35 cohetes ucranianos y tres drones fueron derribados sobre la región de Belgorod. El gobernador regional, Vyacheslav Gladkov, informó que una mujer murió cuando un dron derribado explotó y golpeó una casa.