El Gobierno de Turquía ha calculado en cuatro millones el número de perros callejeros en todo el país que podrían ser sacrificados si finalmente se aprueba una ley que prevé eliminar a los animales que sean apresados y a los que no se les encuentre dueño en un plazo de 30 días.
“Se estima que el número de perros sin dueño está cerca de los cuatro millones; no se sabe con precisión porque pueden parir una o dos veces al año y tener hasta 6 u 8 cachorros, y cambian mucho de lugar”, escribió el ministro de Agricultura y Bosques, Ibrahim Yumakli, en la red social X
La estimación más habitual en la prensa turca habla de 2.8 millones de perros callejeros, y de un total de 6.6 millones de animales domésticos sin dueño, principalmente gatos.
Recientemente, se ha desatado una intensa controversia debido a un proyecto de ley gubernamental que propone recoger a estos perros de las calles y sacrificarlos si no son adoptados dentro de un mes. Diversas figuras públicas, como la cantante pop Ajda Pekkan, han expresado su rechazo a esta medida.
El gobierno argumenta que esta drástica acción se debe a problemas significativos como los 3,534 accidentes de tráfico vinculados a animales en los últimos cinco años, resultando en 55 fallecimientos y más de 5,000 heridos, y a los 92 decesos directamente causados por perros en el último año y medio, según reportes del diario Yeni Safak.
Como alternativa inicial, el ministro sugirió la esterilización para controlar la población canina, señalando que sería efectiva si se logra esterilizar al 70% de ellos anualmente. Sin embargo, reconoció que los esfuerzos actuales son insuficientes, alcanzando solo una media de 260,000 esterilizaciones por año, con un máximo de 350,000.
Yumakli también mencionó un aumento en los "contactos con riesgo de contagio de rabia" en 2023, doblando la media de años anteriores, aunque no clarificó cuántos casos de la enfermedad se confirmaron.
En ciertas áreas de Estambul, es común encontrar perros callejeros con chips para seguimiento sanitario, que muestran ser amigables y sociables, mientras que en otras zonas, grupos más agresivos generan temor entre los residentes.