Por unanimidad, un jurado calificador declaró culpable a Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, de tres cargos relacionados con la compra ilegal de un arma de fuego. Puede enfrentar una sentencia de 25 años de cárcel y una multa de 750 mil dólares.
El jurado, compuesto por ciudadanos comunes de Wilmington, Delaware, donde se llevó a cabo el juicio, encontró a Hunter culpable de mentir en una solicitud federal para adquirir un arma en 2018.
La posibilidad de que Hunter cumpla una sentencia de prisión es alta, aunque también podría recibir una multa y servicio comunitario bajo supervisión, ya que no utilizó el arma adquirida de manera fraudulenta.
Durante el juicio, familiares directos, su ex esposa, ex novias y otras personas cercanas testificaron que en 2018 Hunter seguía consumiendo drogas, específicamente cocaína, lo cual negó en la aplicación para adquirir el arma.
El caso ha sido señalado como una vendetta política, ya que ocurre a pocos meses de la elección presidencial del 5 de noviembre y poco después de que el ex presidente Donald Trump, candidato republicano, fuera declarado culpable de 34 delitos en Nueva York relacionados con su relación con una actriz pornográfica.
Previo al veredicto, el presidente Biden declaró que no intervendrá para conmutar el castigo a su hijo una vez que se dicte la sentencia.
La jueza Maryellen Noreika, a cargo del caso, no ha determinado una fecha para la sentencia, aunque sugirió que podría ocurrir en octubre, pocos días antes de las elecciones presidenciales.
En Los Ángeles, California, Hunter enfrenta otra acusación federal por fraude fiscal, según los documentos presentados por el fiscal especial David Weiss.
Las leyes federales prohíben a una persona adicta a las drogas poseer armas de fuego, y en la documentación que Hunter llenó en 2018, mintió sobre su consumo de crack y cocaína, como confirmaron los testigos en el juicio.