Miles de personas han salido a las calles en las principales ciudades de Brasil para protestar contra un proyecto de ley que equipara el aborto a partir de la semana 22 con el homicidio, lo que podría acarrear penas de entre seis y 20 años de prisión, incluso en casos de violación.
Los manifestantes, especialmente concentrados en São Paulo, Río de Janeiro y Brasilia, argumentan que la aprobación de esta propuesta, actualmente en trámite en el Congreso brasileño, pondría en riesgo la vida de miles de mujeres y niñas en el país.
Han reafirmado que las mujeres, principales víctimas de la violencia sexual en Brasil, verían mermados sus derechos ya previstos en la ley actual, según informaciones de la agencia brasileña EBC.
Este proyecto establece que el aborto practicado después de las 22 semanas de gestación será considerado homicidio en cualquier caso, incluso si el embarazo es el resultado de una violación.
Actualmente, la legislación permite la interrupción del embarazo en casos de violación, peligro para la vida de la madre y malformaciones graves, independientemente de la semana de gestación. Fuera de estos casos, el aborto se castiga con penas de entre uno y tres años de cárcel.
La Cámara de Diputados ya ha dado su visto bueno a la tramitación urgente de la ley, lo que implica que el texto puede ser votado directamente en el pleno sin pasar previamente por las comisiones.
El pasado mes de mayo, el magistrado del Supremo, Alexandre de Moraes, suspendió la resolución emitida previamente por el Consejo Federal de Medicina que prohibía la asistolia fetal y dificultaba el acceso al aborto, una práctica utilizada a partir de las 22 semanas en casos de violación.