El Gobierno de Ecuador reafirmó que no es lícita la concesión de asilo diplomático a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa (2007-2017), y no otorgará el salvoconducto para que salga del país.
Esta postura se reiteró después de que las autoridades ecuatorianas asaltaran la embajada mexicana en Quito en abril pasado para capturarlo y trasladarlo a una cárcel de máxima seguridad.
La ratificación de Ecuador ocurrió un día después de que el gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), solicitara el salvoconducto para Glas, con el objetivo de trasladarlo a un tercer país según el artículo XIX de la Convención de Caracas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador, al ser consultado, reiteró lo expresado en un comunicado del 5 de abril, donde se subrayaba que no es jurídicamente válido conceder asilo diplomático a Glas. Este exvicepresidente está cumpliendo una pena de ocho años por corrupción y enfrenta cargos por presunto peculado.
Ecuador señaló que no otorgará el salvoconducto, basándose en las Convenciones de Asilo Diplomático de 1965 y de Asilo Político de 1933, ratificadas tanto por Ecuador como por México.
Glas, quien fue vicepresidente durante el gobierno de Correa y parte del mandato de Lenín Moreno, siempre ha negado las acusaciones y se considera un perseguido político víctima de 'lawfare'.
El lunes, México solicitó que se tomen medidas humanitarias para Glas, en atención a su crítico estado de salud, mientras se resuelve el salvoconducto.
En un comunicado, la SRE informó que, según el acuerdo con Suiza del 15 de junio de 2024, México ha solicitado formalmente a Ecuador un salvoconducto para Jorge Glas, asilado político mexicano, conforme a los artículos IX, XII y XIII de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954.
El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la solicitud de México como parte de su tradición de ofrecer asilo a perseguidos políticos, afirmando que están dispuestos a recibir a Glas como parte de su política exterior histórica.