En Honduras, más de mil personas se reunieron el pasado viernes en una movilización con antorchas en la capital para exigir la renuncia de la presidenta Xiomara Castro.
La protesta, desencadenada por la publicación de un video que involucra a su gobierno en un caso de narcotráfico, también pidió la restitución del tratado de extradición con Estados Unidos.
Durante la marcha pacífica, organizada por el Ejército Ciudadano de Paz y líderes de la oposición, los manifestantes portaron pancartas y corearon consignas contra el gobierno.
El video difundido por InSight Crime muestra a narcotraficantes negociando sobornos con Carlos Zelaya, cuñado de Castro y hermano del expresidente Manuel Zelaya, destacando un problema de corrupción profundo dentro del Partido Libertad y Refundación (Libre).
Carlos Zelaya, quien admitió haber negociado con los narcotraficantes en 2013, renunció a su cargo en el Parlamento hondureño tras la revelación.
La presidenta Castro, en un acto público, condenó las acciones de su cuñado, describiéndolas como un "error deplorable" y acusó a sus detractores de orquestar un golpe de Estado en su contra. Además, destacó su rechazo a cualquier relación entre políticos y narcotraficantes.
Los manifestantes, además de pedir la renuncia de Castro y su gabinete, demandaron el restablecimiento del acuerdo de extradición con Estados Unidos, crucial para combatir el narcotráfico en el país.
Este tratado, que ha resultado en la extradición de aproximadamente 50 hondureños por delitos relacionados, fue terminado recientemente por el gobierno hondureño, lo cual ha generado críticas tanto nacionales como internacionales.
La protesta concluyó cerca de la Casa Presidencial, fuertemente custodiada por la Policía Nacional, simbolizando un momento crítico en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico en Honduras.