El Gobierno de Líbano elevó este miércoles a 12 el número de muertos, entre ellos dos niños y dos trabajadores sanitarios, debido a la explosión de miles de beepers usados por miembros de Hezbolá. Este incidente, atribuido a Israel, ocurre en medio de tensiones y enfrentamientos con el grupo que han durado más de 11 meses.
El ministro interino de Sanidad libanés, Firas Abiad, informó que la cifra de heridos oscila entre 2,750 y 2,800, con 300 en estado grave.
De los heridos, 1,850 se encuentran en Beirut, 750 en localidades del sur y 150 en el valle de Bekaa, al este del país. Algunos pacientes han sido evacuados a Siria e Irán para recibir tratamiento.
Inicialmente, se pensó que las explosiones fueron causadas por un ataque informático. Sin embargo, funcionarios estadounidenses confirmaron que la Inteligencia israelí había escondido material explosivo en un lote de unos 3,000 beepers importados a Líbano.
Cada dispositivo contenía entre 30 y 60 gramos de explosivo y un sistema para detonar de forma remota al recibir un mensaje a las 15:30 horas (hora local).
Los beepers, una vez activados por un pitido de notificación, causaron la tragedia. Aunque se cree que muchas de las víctimas eran miembros de Hezbolá, también hay una niña entre los fallecidos, y aún se desconoce cuántas de las víctimas eran parte activa de la organización y su rol dentro de la misma.