El líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, declaró el jueves que la reciente detonación de dispositivos electrónicos representó un “golpe severo” que cruzó “una línea roja”. A pesar de esta situación, Nasrala aseguró que el grupo emergirá fortalecido y continuará sus ataques diarios contra Israel.
En un discurso transmitido por video desde un lugar secreto, Nasrala informó que Hezbolá está investigando las explosiones, que han sido atribuidas a Israel.
“El enemigo cruzó todos los límites, todas las líneas rojas”, añadió.
A diferencia de ocasiones anteriores, en las que Hezbolá organizaba concentraciones para que sus seguidores visualizaran los discursos de Nasrala, esta vez no se llevó a cabo ninguna reunión pública.
El líder de Hezbolá enfatizó que el grupo persistirá en sus acciones contra Israel mientras la guerra en Gaza continúe.
“La única vía es cesar la agresión contra los pueblos de Gaza y la Margen Occidental”, afirmó. Además, advirtió que “el enemigo enfrentará un castigo severo, desde donde lo espera y desde donde no lo espera”.
Durante el discurso de Nasrala, Hezbolá lanzó al menos cuatro ataques en el norte de Israel, en el contexto de un reciente enfrentamiento en el que dos soldados israelíes perdieron la vida. Simultáneamente, aviones israelíes sobrevolaron Beirut, rompiendo la barrera del sonido y causando alarma entre los residentes.
Israel también respondió con ataques en el sur del Líbano, alegando haber alcanzado varias plataformas de misiles de Hezbolá. Hasta el momento, no se ha confirmado si hubo víctimas.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advirtió que Hezbolá “pagará un precio cada vez más caro” en un esfuerzo por asegurar que la población israelí pueda regresar a sus hogares.