El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó este martes su preocupación por la creciente tensión entre Líbano e Israel, afirmando que una “guerra a gran escala” no beneficiaría a ninguna de las partes involucradas. En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Biden destacó la necesidad de priorizar la diplomacia para abordar la crisis actual.
“Una guerra a gran escala no beneficia a nadie. Aunque la situación se ha agravado, aún es posible una solución diplomática”, comentó Biden, quien podría estar haciendo su último discurso ante este organismo como mandatario.
El presidente enfatizó que la diplomacia es el “único camino” hacia una seguridad duradera que permita el regreso seguro de los residentes de la frontera entre ambos países, quienes han sido forzados a abandonar sus hogares debido a la violencia reciente.
Desde el estallido del conflicto en la Franja de Gaza, tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023, la frontera entre Israel y Líbano ha experimentado un aumento significativo en los enfrentamientos, con intercambios de fuego entre el Ejército israelí y combatientes de Hezbolá.
Los bombardeos israelíes en el sur y el este del Líbano, dirigidos a bastiones del grupo chií, han dejado más de 500 muertos y 1,800 heridos, además de causar el desplazamiento de miles de personas.
Los combates se intensificaron el lunes con un nuevo ataque aéreo en Beirut, marcando el quinto desde octubre. Hezbolá, respaldado por Irán, ha lanzado ataques hacia el norte de Israel en apoyo a las milicias palestinas, mientras que Israel se compromete a hacer todo lo posible para que sus ciudadanos regresen al norte del país.
La situación se complicó aún más la semana pasada con la explosión de dispositivos de comunicación en varias áreas de Líbano, resultando en 39 muertes y cerca de 3,000 heridos, muchos de ellos civiles. El Líbano ha culpado a Israel por estos incidentes, aunque Israel no ha confirmado ni negado su implicación.