El huracán Helene ha dejado un rastro de devastación en su paso por el sureste de Estados Unidos, causando inundaciones mortales en las Carolinas y provocando al menos 20 muertes tras su llegada como huracán de categoría 4 a Florida y Georgia. A su paso, más de 4 millones de hogares y negocios se quedaron sin electricidad.
Helene tocó tierra en Florida poco antes de la medianoche, con vientos que alcanzaron los 225 kilómetros por hora, causando daños significativos en puertos, donde varios barcos fueron volcados, y dejando calles y automóviles sumergidos en agua.
A medida que avanzaba hacia Georgia, el huracán se debilitó a tormenta tropical, pero las condiciones climáticas continuaron siendo peligrosas.
Las autoridades locales realizaron miles de rescates acuáticos, incluyendo evacuaciones de complejos de apartamentos en Atlanta debido a inundaciones severas. El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas de inundaciones repentinas en varios condados de Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte, instando a la población a buscar refugio en áreas más altas.
“Esta es una SITUACIÓN PARTICULARMENTE PELIGROSA. BUSQUE TERRENO ALTO AHORA”, advirtió el servicio.
En Carolina del Norte, funcionarios de emergencia del condado de Rutherford recomendaron la evacuación de residentes cerca del embalse de Lake Lure debido a un posible fallo de la presa.
La magnitud de los daños en Florida comenzó a hacerse evidente con el amanecer. En Steinhatchee, las marejadas de hasta 3 metros desplazaron casas móviles, y en Treasure Island, varios barcos quedaron atrapados en los jardines de las viviendas.
En Tampa, los equipos de emergencia completaron 78 rescates acuáticos, mientras que la oficina del sheriff del condado de Pasco rescató a más de 65 personas. La Guardia Costera de Estados Unidos también participó en las labores de rescate, recuperando a un hombre y a su perro que quedaron a la deriva tras la destrucción de su velero frente a la isla de Sanibel.
Kevin Guthrie, director de gestión de emergencias de Florida, pidió a los residentes a evitar salir de sus casas y a no bloquear las vías para facilitar las operaciones de rescate.
A pesar de las advertencias, algunos residentes optaron por permanecer en sus hogares. “Estamos bajo órdenes, pero voy a quedarme aquí en casa”, expresó Ken Wood, un operador de ferry en Dunedin, Florida, quien planeaba enfrentar la tormenta junto a su gato.
Helene es el decimocuarto huracán más potente que azota Estados Unidos desde que hay registros, y el séptimo más potente en Florida, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH).