El Gobierno de El Salvador ha confirmado la muerte de dos migrantes salvadoreños, quienes fueron asesinados a tiros por el Ejército mexicano en Chiapas el 1 de octubre.
El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en redes sociales informando que ha recibido confirmación oficial de las autoridades mexicanas sobre el deceso de los dos compatriotas en Villa Comaltitlán.
Según la Cancillería salvadoreña, las víctimas son un hombre de 57 años, originario de San Vicente, y un adolescente de 17 años que residía en La Libertad.
El Ministerio de Exteriores expresó sus más profundas condolencias a las familias de los fallecidos, a quienes se les está brindando atención consular y apoyo.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, declaró el martes que ya se han emitido órdenes de arresto contra los militares responsables de la muerte de seis migrantes, entre ellos los dos salvadoreños.
“Lo que no hay es impunidad, (de) los elementos que dispararon ya hubo orden de aprehensión”, afirmó durante su conferencia de prensa matutina, enfatizando que se están tomando medidas para prevenir que incidentes similares ocurran en el futuro.
Este trágico suceso se produjo el primer día del mandato de la nueva presidenta, en medio del despliegue de 36,000 soldados por parte del Gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador para tareas migratorias.
Según el Ejército mexicano, los soldados involucrados, que ahora están bajo la custodia de la Fiscalía General de la República (FGR), patrullaban en una zona afectada por la lucha entre cárteles de narcotráfico y confundieron a los migrantes con delincuentes.
Los disparos fueron dirigidos a 33 migrantes que viajaban en dos camionetas, causando la muerte de seis personas y dejando 12 heridos.
Cada año, más de 500,000 personas de El Salvador, Guatemala y Honduras intentan emigrar irregularmente a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, incluyendo a miles de menores de edad.
En lo que va de 2024, las autoridades mexicanas han deportado a 20,238 personas de estas nacionalidades, sumándose a 82,110 deportaciones desde Estados Unidos y 341 de otros países, lo que da un total de 102,689 deportaciones, un aumento del 4.1% en comparación con 2023.