Este jueves, Canadá anunció una reducción del 21% en los cupos para inmigración permanente a partir del próximo año, marcando un cambio significativo en la política del gobierno de Justin Trudeau con el objetivo de mejorar su popularidad.
"Si bien es claro que nuestra economía necesita nuevos arribos de migrantes, vemos las presiones a las cuales está confrontado nuestro país, y debemos adaptar nuestras políticas en consecuencia", declaró Marc Miller, ministro de Inmigración, en un comunicado.
Este anuncio se produce tras el incremento de la población canadiense a 41 millones de personas, resultado en gran parte de una ola sin precedentes de llegadas de migrantes.
El Ministerio de Inmigración había planeado permitir la entrada de medio millón de personas en 2025 y 2026, pero ahora el nuevo objetivo es de 395,000 para el próximo año y 380,000 para el siguiente. En 2027, la cifra se reducirá aún más, a 365,000.
El Ministerio destaca que el plan busca "pausar el crecimiento poblacional en el corto plazo para alcanzar un crecimiento bien manejado y sostenible en el largo plazo", además de aliviar la presión sobre los precios del mercado de la vivienda, un tema de gran preocupación para los canadienses.
A pesar de la importancia de los migrantes en la recuperación de Canadá tras la pandemia de coronavirus, una encuesta reciente del Environics Institute revela que "por primera vez en un cuarto de siglo, una clara mayoría de canadienses señala que hay demasiada inmigración".
Según el estudio, un 58% de los canadienses considera que el país recibe un número excesivo de inmigrantes, lo que representa un aumento de 14 puntos porcentuales en comparación con 2023.