Las autoridades de Guinea confirmaron este lunes la muerte de 56 personas y varios heridos debido a violentos enfrentamientos ocurridos el domingo durante los últimos minutos de un partido de fútbol en N’Zérékoré, en el sur del país.
El encuentro formaba parte de un torneo en honor al líder de la junta militar, Mamadi Doumbouya, quien asumió el poder tras el golpe de Estado de 2021.
Según un comunicado del Gobierno firmado por el primer ministro Mamadou Oury Bah, los incidentes se desataron por el “descontento con las decisiones arbitrales”, lo que provocó que los aficionados lanzaran piedras, generando avalanchas mortales.
La situación se agravó cuando los seguidores del equipo visitante, Labé, enfurecidos por las decisiones del árbitro, ingresaron al campo y continuaron con los disturbios. La policía respondió con gases lacrimógenos.
El Gobierno expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y anunció que se llevará a cabo una investigación para esclarecer las responsabilidades del trágico evento.
En este sentido, recalcó que “el deporte debe ser un factor de paz y fraternidad”, motivo por el que pidió a las autoridades locales y a la población que “adopten todas las medidas necesarias para preservar la calma y los fundamentos de la convivencia”.
Por su parte, el presidente del Consejo Nacional de Transición, Dansa Kourouma, lamentó profundamente el "dolor indescriptible" que ha causado este suceso. En su mensaje, envió condolencias a las víctimas y sus familias, destacando que el fútbol, un momento para celebrar la unidad, se convirtió en una tragedia para la nación.