El expresidente francés Nicolas Sarkozy enfrenta un juicio en París acusado de recibir financiación ilegal del régimen libio de Muamar al Gadafi para su campaña presidencial de 2007. Este caso, que podría llevar al exmandatario a una condena de hasta 10 años de prisión, se centra en presuntos pagos de 50 millones de euros.
Acusaciones y proceso judicial
Sarkozy, de 69 años, está acusado de delitos como "corrupción pasiva", "encubrimiento de malversación de fondos públicos" y "conspiración para delinquir". La Fiscalía basa su caso en un conjunto de pruebas indirectas, ya que no se han presentado evidencias concretas.
El juicio, que se estima durará cuatro meses, también involucra a 12 personas más, incluidos exministros y empresarios cercanos a Sarkozy.
Origen del caso
Las acusaciones surgieron en 2011, cuando una agencia libia reportó que el gobierno de Gadafi había financiado la campaña de Sarkozy. Poco después, el propio líder libio declaró públicamente haber ayudado a Sarkozy a llegar al poder.
En 2012, el medio francés Mediapart publicó un supuesto documento de los servicios secretos libios que corroboraba el acuerdo financiero. Sarkozy ha rechazado repetidamente las acusaciones, calificándolas de "falsas" y argumentando que es víctima de una "conspiración".
Impacto potencial
Si es declarado culpable, Sarkozy podría enfrentar 10 años de prisión, una multa de 375 mil euros y la pérdida de derechos civiles. El caso pone nuevamente bajo escrutinio la relación de Sarkozy con regímenes extranjeros durante su mandato.
El juicio representa un momento clave en la trayectoria política y judicial del expresidente, que lideró Francia entre 2007 y 2012.