El fiscal especial Jack Smith, quien dirigió los casos federales contra Donald Trump por sus intentos de anular los resultados de las elecciones de 2020 y por el mal manejo de documentos clasificados, presentó su renuncia al Departamento de Justicia el pasado viernes.
En su escrito, dirigido a la jueza de distrito Aileen Cannon, solicitó el levantamiento de la orden judicial que bloqueaba la publicación de su informe final.
Según la nota entregada al tribunal, Smith completó su trabajo, presentó su informe confidencial el 7 de enero y se separó oficialmente del Departamento de Justicia el 10 de enero.
Smith, quien estuvo a cargo de dos de los cuatro casos penales contra Trump, vio cómo estos se estancaban tras decisiones judiciales desfavorables. La Corte Suprema de Estados Unidos determinó que los expresidentes gozan de una amplia inmunidad para ser procesados por actos oficiales, lo que impidió que los casos llegaran a juicio.
Después de que Trump derrotó a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris en las elecciones del 5 de noviembre, Smith retiró ambos casos, citando una norma de larga data del Departamento de Justicia contra el enjuiciamiento de presidentes en ejercicio.
La salida de Smith marca un nuevo obstáculo en los esfuerzos legales contra Trump, que podrían terminar sin consecuencias legales para el presidente entrante y provocaron una reacción violenta que ayudó a impulsar su regreso político.
Trump, quien ha criticado enérgicamente a Smith, afirmó que despediría al fiscal especial inmediatamente tras asumir el cargo y prometió represalias contra aquellos que lo investigaron.
A pesar de las acusaciones, Trump ha mantenido su postura de que los cargos en su contra tienen motivaciones políticas, recibiendo un fuerte apoyo de sus seguidores y recaudando millones de dólares para su campaña.
Jack Smith, designado en noviembre de 2022 por el fiscal general Merrick Garland, fue nombrado para garantizar la independencia en las investigaciones, especialmente después del ataque al Capitolio en 2021.
Smith, con experiencia en crímenes de guerra en La Haya, también ha trabajado en la Fiscalía de Brooklyn, donde se ganó reconocimiento por su tenacidad en casos complejos.