Una coalición de fiscales de 14 estados de Estados Unidos presentó una demanda contra el gobierno de Donald Trump debido al papel de Elon Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), señalando que está excediendo los límites constitucionales de su autoridad.
La denuncia, presentada en un tribunal del Distrito de Columbia, advierte que Musk:
"Como un elefante en una cacharrería, ejerce una enorme cantidad de poder ilegitimado sobre sistemas sensibles e importantes programas gubernamentales que son vitales para el estilo de vida estadounidense".
Los fiscales generales de estados demócratas como Arizona, California, Míchigan, Minesota, Nevada, Vermont y Washington acusan a Musk de “desmantelar agencias federales, accedido a datos confidenciales y causado perturbaciones generalizadas en los gobiernos estatales y locales, así como en sistemas críticos en los que los estadounidenses dependen a diario”.
El fiscal general de California, Rob Bonta, señaló que:
“Al alterar miles de millones de dólares en fondos federales esenciales para la aplicación de la ley, la atención médica, la educación y otros servicios críticos, sus acciones perjudican a los estados”.
Los demandantes advierten que la concentración de poder estatal en una sola persona no electa representa una grave amenaza para la democracia.
El DOGE, cuya misión es reducir el gasto y la burocracia en el Ejecutivo federal, ha iniciado un amplio desmantelamiento del aparato público desde la llegada de Trump al poder.
En solo tres semanas, la administración se ha jactado de haber recortado cerca de 1.000 millones de dólares en contratos y programas dirigidos a promover la diversidad, inclusión y equidad.
Además, este martes Trump firmó una orden ejecutiva para reducir “significativamente” la plantilla del gobierno y otorgar más poder al DOGE, instruyendo a las agencias federales a colaborar estrechamente con Musk.