Este 14 de febrero, las autoridades de Múnich, Alemania, confirmaron que un ciudadano afgano de 24 años es responsable del atropellamiento ocurrido el 13 de febrero, que dejó al menos 36 personas heridas, dos de ellas en estado crítico, incluida una niña de dos años.
El atacante, quien embistió con un Mini Cooper a los participantes de una manifestación de la empresa Verdi, fue detenido poco después del incidente.
El fiscal del caso, Gabrielle Tilmann, señaló que el detenido admitió haber embestido deliberadamente contra los manifestantes y justificó su acción con una "motivación religiosa".
"Ayer, en el marco del interrogatorio, admitió que embistió deliberadamente contra los participantes de la manifestación. Para ello ha aducido una justificación que yo resumiría como religiosa", afirmó la fiscal de la Central para la Lucha contra el Extremismo y el Terrorismo, Gabrielle Tilmann.
Tilmann también mencionó que el sospechoso dijo “Allahu Akbar” (Dios es grande) a la Policía y rezó tras su arresto, lo que generó que un departamento encargado de la lucha contra el extremismo y el terrorismo tomara el caso.
Sin embargo, aseguró que no hay pruebas suficientes de que el joven esté vinculado a alguna red radical, aunque se siguen investigando los detalles de su motivación.
El vicepresidente de la oficina regional de investigaciones criminales, Guido Limmer, agregó que se está evaluando la posibilidad de que el ataque tenga una "orientación islamista", pero también destacó que no se han hallado indicios de que actuara en colaboración con otros.
El sospechoso, quien llegó a Alemania en 2016 y había recibido un permiso de residencia después de que su solicitud de asilo fuera rechazada, se encontraba trabajando legalmente en una tienda y no tenía antecedentes penales.
Aunque inicialmente se había informado que su solicitud de asilo había sido rechazada, las autoridades aclararon que se encontraba legalmente en el país.
Por otro lado, la fiscal Tilmann reveló que el detenido era activo en redes sociales, donde se definía como ‘bodybuilder’ y modelo de ‘fitness’, además de compartir contenidos de índole religiosa. Tras su arresto, el hombre exclamó “Allahu Akbar”.
Este atentado ocurre en un contexto de creciente debate sobre las políticas migratorias en Alemania. Con las elecciones programadas para el 23 de febrero, las propuestas para limitar las solicitudes de asilo han generado controversia, especialmente después de varios atentados en los últimos meses que han centrado el foco en la migración y la seguridad en el país.