Hamás liberó este sábado a seis rehenes en el intercambio más reciente, mientras la situación entre los adversarios sigue siendo tensa y amenaza con poner en peligro el ya frágil acuerdo de cese al fuego.
Entre los liberados se encontraban tres israelíes secuestrados durante el festival de música de Nova y otro que fue capturado mientras visitaba a su familia en el sur de Israel, durante el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, que dio inicio al conflicto en la Franja de Gaza, que ya entra en su decimosexto mes.
Los otros dos rehenes fueron retenidos por Hamás durante aproximadamente diez años, después de cruzar a Gaza por su cuenta.
El proceso de liberación fue marcado por ceremonias públicas en las que los rehenes fueron entregados bajo la mirada de combatientes de Hamás, que estaban armados y enmascarados frente a miles de palestinos, antes de ser trasladados a vehículos de la Cruz Roja.
En Nuseirat, una ciudad del centro de Gaza, tres de los israelíes liberados, Omer Wenkert, Omer Shem Tov y Eliya Cohen, posaron junto a los militantes. Shem Tov mostró su felicidad con gestos como lanzar besos a la multitud y besar a uno de los insurgentes.
Estas exhibiciones públicas han sido duramente criticadas por Israel, la ONU y la Cruz Roja, que las consideran crueles y humillantes para los rehenes. Los familiares de los liberados mostraron su emoción al verlos por primera vez en mucho tiempo, aplaudiendo y vitoreando al reconocerlos.
El ejército israelí indicó que el último rehén, cuya identidad no fue revelada inmediatamente, también fue liberado el mismo día. Se espera que se trate de Hisham Al-Sayed, un beduino israelí que fue capturado en Gaza en 2015. Al-Sayed, que sufre de esquizofrenia, fue retenido por Hamás desde entonces, según su familia.
Este intercambio de prisioneros, que también incluirá la liberación de cientos de palestinos detenidos en Israel, se da en medio de una escalada de tensiones.
El conflicto se intensificó después de un incidente el jueves, cuando Hamás entregó por error el cuerpo equivocado de Shiri Bibas, una madre israelí que había muerto junto a sus dos hijos pequeños mientras estaba en cautiverio.
Posteriormente, se descubrió que los restos enviados por Hamás correspondían a una mujer palestina no identificada. Este error fue señalado como una violación grave del acuerdo, lo que provocó una promesa de represalias por parte del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El viernes, el grupo insurgente que se cree que tenía a Bibas y a sus hijos bajo su custodia, las Brigadas Muyahidines, entregó un segundo cadáver. La familia de Bibas confirmó el sábado que, tras los análisis forenses, se trataba de los restos de Shiri Bibas y sus hijos.
Aunque la familia expresó que la verdad ya ha sido confirmada, señalaron que no encuentran consuelo, pero esperan que esto marque el inicio de una resolución del caso.