Panamá rechazó nuevamente las acusaciones de Estados Unidos sobre la supuesta influencia y control de China en el Canal de Panamá, y decidió excluir el tema de su agenda bilateral durante la visita del comandante del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos, almirante Alvin Holsey, el jueves.
Desde la toma de posesión de Donald Trump en enero, las relaciones entre ambos países se han visto afectadas por esta polémica. Trump ha presionado a Panamá con amenazas de retomar el control del Canal, citando la supuesta presencia de soldados chinos en la zona y la implementación de “tarifas exorbitantes” para los buques de la Marina estadounidense.
No obstante, las autoridades panameñas han rechazado constantemente estas afirmaciones.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, instruyó a su canciller, Javier Martinez Acha, para que, en caso de que el tema fuera mencionado en la reunión con Holsey, fuera rechazado y sacado de la conversación.
“Nosotros no vamos a hablar de mentiras. Eso es abundar sobre el morbo que se ha creado sobre el tema chino en Panamá y del control del Partido Comunista Chino en el canal. Por amor a Dios”, comentó Mulino durante su conferencia semanal con los medios.
De acuerdo con un comunicado de la embajada de Estados Unidos en Panamá, la visita del almirante Holsey, que tuvo lugar el 19 y 20 de febrero, se centró en temas de seguridad, con reuniones previstas con autoridades panameñas como el ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, y el de Relaciones Exteriores, para tratar la colaboración bilateral en esta área.
El comunicado también mencionaba la intención de "resguardar el área del canal de la influencia y control del Partido Comunista Chino".
Además, se realizó un encuentro con el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, donde se alcanzó un acuerdo de cooperación para mejorar la seguridad cibernética, aunque no se hizo referencia a la controversia sobre China.
A través de su cuenta en la red social X (Twitter), José Raúl Mulino reiteró su rechazo a las acusaciones: “La agenda bilateral con Estados Unidos es importante y relevante. Sin embargo, para Panamá, la misma no pasa por analizar situaciones que no son ciertas. No vamos a hablar de lo que no es una realidad, sino de aquellos temas que nos interesan a ambos países”, publicó el presidente panameño.
El mandatario también reconoció la persistente presión de Washington sobre este tema, indicando que su gobierno está trabajando para desmentir las acusaciones a través de un grupo de personas en Estados Unidos que se encargan del lobby y de una estrategia frente a medios internacionales.
Mulino comentó que aún no ha recibido nuevas solicitudes para retomar la llamada pendiente con el presidente Trump, que había sido cancelada días antes.
“No ha habido más nada esa llamada. La pidieron ellos, no yo. Así que el día que quieran conversar, conversamos; y si no quieren conversar, no conversamos. Sencillo” dijo.
Por su parte, la embajada de la República Popular China en Panamá también emitió un comunicado rechazando las acusaciones de Estados Unidos, calificándolas de falsas.
“Las maniobras de la parte estadounidense para sabotear las relaciones entre China y Panamá no encontrarán apoyo alguno y estarán destinadas al fracaso”.