Este martes, los centros de votación en Groenlandia abrieron sus puertas para unas elecciones parlamentarias anticipadas, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensifica su interés en adquirir el control de la estratégica isla ártica.
Groenlandia, una región autónoma de Dinamarca, cuenta con una población de 56,000 personas, mayormente de ascendencia inuit, y posee minerales de tierras raras que son esenciales para la economía global.
Aunque los resultados no oficiales estarán disponibles poco después del cierre de las urnas a las 10:00 de la noche GMT, los resultados finales no se certificarán hasta semanas después, ya que las boletas deben ser transportadas desde asentamientos remotos por barco, avión y helicóptero.
La región carece de carreteras que conecten sus comunidades, lo que complica el proceso electoral en sus 2.16 millones de kilómetros cuadrados.
Groenlandia ha estado en un proceso hacia la independencia desde al menos 2009, pero la ruptura con Dinamarca no figura en la boleta de votación, a pesar de ser un tema central en las conversaciones.
Los votantes elegirán a 31 legisladores que influirán en el debate sobre cuándo y si la isla debería declarar su independencia.
A pesar de que la mayoría apoya la independencia, como indicó Pipaluk Lynge, diputado del partido Inuit Ataqatigiit, "la mayoría de nosotros hemos estado asustados desde el nuevo año debido al interés (de Trump)". Esto ha llevado a que muchos groenlandeses busquen fortalecer los lazos con Europa para asegurar su soberanía.
Aunque los groenlandeses disfrutan de buenas relaciones con Estados Unidos, especialmente con la base espacial de Pituffik, muchos se oponen a convertirse en parte de Estados Unidos.
La atención de Trump ha transformado lo que era un proceso democrático local. Según Doris Jensen, representante del partido Siumut, la situación ha "cambiado debido a Trump y al mundo", y afirmó que se ha decidido acelerar el proceso hacia la independencia.
Las elecciones han atraído a periodistas internacionales, con reporteros de lugares tan lejanos como Japón o Croacia, lo que evidencia la creciente importancia global de la situación.
La campaña electoral ha sido tranquila, con debates centrados en temas como la construcción de una fuerza laboral calificada y el desarrollo del nuevo aeropuerto.
Hoy, el único centro de votación de la capital, Nuuk, estará decorado con carpas de los partidos políticos y ofrecerá bebidas calientes y pastel groenlandés, mientras un autobús recorre la ciudad para facilitar el acceso al voto.
A pesar de las estrictas regulaciones ambientales, los groenlandeses esperan que los minerales de tierras raras ayuden a diversificar su economía, que depende en gran medida del empleo público, que representa el 40% del total.
Sin embargo, las duras condiciones del clima y las dificultades logísticas plantean dudas sobre la viabilidad comercial de la extracción de estos recursos.