Este martes, Ucrania llevó a cabo su mayor ofensiva con drones contra Moscú, con al menos 91 vehículos aéreos no tripulados que atacaron la capital rusa. El ataque dejó al menos tres personas muertas y 17 heridas, causando varios incendios, además de interrumpir el tráfico aéreo.
Según las autoridades rusas, los drones derribados ascendieron a un total de 337, de los cuales 91 cayeron sobre la región de Moscú y 126 sobre la de Kursk, donde las fuerzas ucranianas se están retirando.
El ataque, realizado al amanecer, coincidió con el momento en que representantes ucranianos se preparaban para una reunión con un equipo de Estados Unidos en Arabia Saudí para discutir posibles conversaciones de paz. Este ataque se produce mientras las fuerzas rusas continúan cercando a miles de soldados ucranianos en Kursk.
A pesar de los ataques, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, informó que las defensas aéreas de la ciudad lograron repeler los drones, señalando que "el ataque más masivo de UAV enemigos contra Moscú ha sido repelido".
Sin embargo, el gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobiov, reportó tres víctimas fatales y 17 heridos, además de daños materiales significativos en edificios, como un apartamento con ventanas rotas. También se evacuaron varios residentes de un edificio en Ramenskoye, a 50 kilómetros de Moscú.
El tráfico aéreo se vio gravemente afectado, con la suspensión de vuelos en los cuatro aeropuertos principales de Moscú y en otros dos aeropuertos regionales. A pesar del caos, la vida en la ciudad continuó con normalidad, sin señales de pánico generalizado entre los habitantes.
Este ataque con drones subraya la intensificación del conflicto entre Rusia y Ucrania, con ambos bandos recurriendo a la tecnología de drones para intensificar los enfrentamientos.
Rusia ha desarrollado avanzadas defensas aéreas para proteger su capital, mientras que Ucrania ha lanzado repetidos ataques con drones contra objetivos estratégicos rusos.
El conflicto, que ya ha alcanzado los tres años, se ha convertido en una guerra de desgaste, con los drones jugando un papel crucial en la estrategia de ambos países.
Mientras tanto, Rusia sigue acusando a Ucrania de terrorismo por sus ataques a infraestructuras civiles, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, promete una respuesta firme.