Estados Unidos llevó a cabo una ofensiva nocturna contra varios objetivos en Yemen, incluidos la provincia de Saada y la ciudad portuaria de Hodeida, en el mar Rojo.
Según fuentes locales, Saada ha sido durante mucho tiempo un refugio para líderes hutíes y alberga almacenes de armas y centros de entrenamiento, lo que la convierte en un bastión clave del grupo.
La televisión Al Masirah, controlada por los hutíes, informó de más de 10 ataques en diferentes zonas, entre ellas el distrito de Al-Safra, conocido por su fuerte presencia militar.
Esta operación, que comenzó el sábado, busca frenar los ataques hutíes contra barcos en el mar Rojo y se considera la mayor intervención militar estadounidense en Oriente Medio desde la llegada de Donald Trump a la presidencia en enero.
Los hutíes, aliados de Irán, han llevado a cabo más de 100 ataques contra embarcaciones desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás a finales de 2023, argumentando que actúan en apoyo a los palestinos en Gaza. Estas agresiones han afectado el comercio mundial y han obligado a Estados Unidos a intensificar la defensa marítima.
En respuesta, los líderes hutíes han prometido escalar sus ataques. Jamal Amer, ministro de Relaciones Exteriores del grupo, declaró a Reuters desde Saná: "Ahora Yemen está en guerra con Estados Unidos, por lo que tenemos derecho a defendernos con todos los medios posibles", advirtiendo de una posible intensificación del conflicto.
Los hutíes forman parte del llamado “Eje de la Resistencia”, una alianza antiisraelí y antioccidental que incluye a Hamás, Hezbolá y grupos armados en Irak, todos respaldados por Irán.
Ante esta situación, Trump ha advertido que Teherán será considerado responsable de futuros ataques hutíes y que habrá consecuencias severas.
Mientras tanto, dos altos funcionarios iraníes informaron a Reuters que su gobierno ha instado a los hutíes a reducir las tensiones, transmitiéndoles un mensaje verbal a través de su enviado en Teherán.