Más de 80 vehículos de Tesla fueron vandalizados en un concesionario de Hamilton, una ciudad canadiense ubicada al suroeste de Toronto.
El incidente, que ocurrió en el aparcamiento del establecimiento, parece ser una manifestación contra el apoyo del CEO de Tesla, Elon Musk, al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Los autos aparecieron con rayones en la carrocería y llantas desinfladas, según informaron las autoridades locales.
Hamilton, conocida por su industria siderúrgica, es una de las ciudades más afectadas en Canadá por los aranceles del 25% impuestos por Trump al acero y aluminio canadienses.
Los actos de vandalismo a vehículos de Tesla no son aislados, ya que desde que comenzó la guerra comercial entre ambos países, la marca ha sido objeto de varias protestas.
Musk ha respaldado públicamente a Trump, lo que ha generado más tensiones, especialmente después de que el presidente estadounidense amenazó con anexar Canadá usando "la fuerza económica".
Recientemente, el Salón del Automóvil de Vancouver decidió no incluir autos de Tesla en su exposición debido a preocupaciones de seguridad.
Además, en Montreal, dos personas fueron arrestadas por pintar un Tesla estacionado como protesta por las acciones de la compañía contra la democracia y el cambio climático.
En respuesta a los aranceles, el gobierno de la provincia de Columbia Británica ha suspendido algunos de los subsidios a compradores de productos Tesla.
La controversia también ha alcanzado a SpaceX, otra de las empresas de Musk, ya que el gobierno de Ontario suspendió un contrato de 100 millones de dólares con Starlink para llevar internet a zonas rurales, también como represalia por las políticas comerciales de Estados Unidos.
A raíz de estos eventos, un diputado canadiense ha impulsado una petición para que el gobierno de Canadá revoque la ciudadanía de Elon Musk. Con más de 376,000 firmas, la petición se ha convertido en la segunda más respaldada en la historia del país.