China denunció la decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer una nueva tasa arancelaria acumulativa de hasta 245 por ciento, en el marco de una creciente tensión comercial entre ambas potencias.
Pekín calificó esta medida como una instrumentalización "irracional" de los gravámenes comerciales.
En un comunicado oficial, el Ministerio de Comercio chino señaló que la Casa Blanca anunció este aumento tras realizar una investigación sobre minerales críticos, considerando los argumentos como un "pretexto".
"Esto expone descaradamente cómo EU ha instrumentalizado y utilizado los aranceles con total irracionalidad", aseguró un portavoz del Ministerio de Comercio chino. Pekín dijo que "ignorará los juegos de números sin sentido".
El mismo portavoz dejó claro que, si Washington sigue adelante con esta medida, China responderá con firmeza.
Indicó que tomarán contramedidas y "continuará hasta el final", aunque también expresó su disposición al diálogo siempre y cuando EE.UU. "deje de usar las amenazas y el chantaje".
La decisión estadounidense fue respaldada por una orden firmada por el presidente Donald Trump el martes, en la que solicita al secretario de Comercio iniciar una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 para “evaluar el impacto de las importaciones de estos materiales en la seguridad y la resistencia de Estados Unidos”, según una hoja informativa de la Casa Blanca.
En caso de que el secretario determine que estas importaciones representan una amenaza, y si el presidente decide imponer aranceles, "esos subsidios sustituirían a los actuales llamados derechos recíprocos que Trump anunció anteriormente este mes a los socios comerciales de Estados Unidos".
En el trasfondo de esta disputa está la creciente competencia por los llamados “minerales críticos”, esenciales para la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono.
Mientras las empresas petroleras tardaron más de un siglo en construir su infraestructura global, ahora el reto es conseguir materiales para tecnologías como baterías de autos eléctricos, paneles solares o turbinas eólicas.
China ha liderado esta industria durante más de una década, consolidándose como el principal productor de minerales críticos.
Frente a las nuevas tensiones, ha comenzado a limitar las exportaciones de elementos estratégicos como las tierras raras, clave para las industrias de defensa y energía, lo que intensifica aún más el conflicto comercial impulsado por Trump.