La adaptación de los propulsores para que dejen de falsear las emisiones requerirá de dos trabajos en paralelo. Uno pasa por modificar la programación de la centralita que controla el motor, de modo que deje de modificar el rendimiento del motor y el consumo cuando se encuentra en un banco de pruebas, como sucede actualmente a los vehículos afectados. Era así como las emisiones casaban con los estándares legales, cosa que no sucedía cuando los vehículos salían a circular en condiciones normales.
La segunda adaptación tendrá que realizarse en el motor, para casar el consumo y la contaminación a las especificaciones técnicas con las que legalmente se vendieron los vehículos. Según ha informado la matriz alemana, se colocará un rectificador de la corriente de emisiones ante el sensor de masa de aire, lo que tendría que regularizar las condiciones de emisiones a los estándares de emisiones aprobadas por la Unión Europea.
La medida presentada hoy se refiere a los motores 1.6 TDI y 2.0 TDI. Volkswagen señala que en el caso de los motores 1.2 TDI presentará las soluciones técnicas al regulador alemán a finales de este mes. Las medidas anunciadas se restringen a la Unión Europea.
La sencillez de la solución hallada por los técnicos de Volkswagen se debe básicamente a los avances en el desarrollo de motores y la optimización de su software, según explica el consorcio a través de un comunicado. Pero el grupo alemán no da el sistema todavía por validado, al considerar que el éxito de las medidas que se aplicarán no se pueden confirmar en todos los casos al existir múltiples variables de todos los motores. "Primero han de ser medidos", señala.
Como ya había señalado el grupo, las cuatro marcas afectadas por el fraude de los motores empezarán a hacer las pertinentes revisiones en enero del próximo año. En el comunicado remitido hoy, el consorcio señala que implementará todas las medidas necesarias para evitar molestias a sus clientes mientras dure el proceso de reparación de los vehículos.