Cuernavaca, Morelos.- Padre e hijo murieron debido a que el automóvil en el que viajaban cayó a un socavón de ocho metros de profundidad que se abrió en el Paso Exprés, a la altura del poblado de Chipitlán de esta ciudad, la mañana del miércoles.

Al respecto, Fernando Manrique Rivas, director de Protección Civil (PC) de Cuernavaca, informó que a las 05:56 horas de ayer, esa dependencia recibió un reporte en el que daban a conocer que había colapsado el Paso Exprés, a la altura del kilómetro 93+600.

Al sitio se trasladaron personal del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), paramédicos de la Cruz Roja y elementos de Protección Civil municipal y estatal.

En el referido tramo carretero –con dirección sur-norte–, las autoridades vieron un agujero. En seguida, agentes de la Policía Federal cerraron el paso de los cuatro carriles.

Al lugar de los hechos arribó una joven que manifestó que su novio la llamó por teléfono para decirle que acababa de sufrir un accidente al caer en un agujero en la autopista.

El afectado, Juan Mena Romero, de 35 años de edad, viajaba en compañía de su padre, Juan Mena Ruiz, de 65 años, a bordo de un automóvil Volkswagen Jetta de color gris, con placas de circulación HCS-5288 del estado de Guerrero.

Sin embargo, los cuerpos de rescate no alcanzaban a ver el automotor, que quedó tapado entre el escombro que cayó en el momento del colapso.

A las siete de la mañana, ninguna autoridad –ni municipal ni estatal– tenía la certeza de si otros automotores habían caído en el socavón, ya que varias personas comenzaron a correr el rumor de que un motociclista también se encontraba atrapado.

Transcurridas dos horas más, los cuerpos de rescate aún no tenían idea de cómo rescatar a los afectados, debido a que era una zona de riesgo y podrían ocasionar otro desplome.

Los minutos pasaban y la desesperación de los familiares de los agraviados se reflejaba en su semblante y las lágrimas.

A las 09:45 horas, un bombero se sujetó a una cuerda que ataron a una grúa y empezó a bajar al agujero.

La labor era inspeccionada por medio de un “drone” operado por los cuerpos de rescate. Minutos después sacaron al rescatista, pero las autoridades no informaban si habían visualizado el vehículo.

Luego llegaron dos retroexcavadoras, en tanto que dos bomberos bajaron al socavón; al subirlos, los responsables del rescate dieron las indicaciones de retirar los muros centrales, tras lo que las dos máquinas entraron a la zona y comenzaron a excavar.

Algunos funcionarios, como José Luis Alarcón Ezeta, director del Centro de SCT Morelos, informó que, supuestamente, el agujero se formó como consecuencia de un tubo de drenaje que ya estaba instalado en la zona.

En este sentido, el funcionario federal aseguró que durante los trabajos de la construcción del Paso Exprés “no modificaron ni tocaron” el tubo.

Por su parte, Fernando Manrique Rivas manifestó que debido a que el vehículo se encontraba tapado, planeaban maniobras para extraerlo, ya que cabía la posibilidad de que colapsara el pavimento.

Mientras tanto, vecinos de la zona se acercaron a los medios de comunicación para comentar que desde hace varios meses informaron a las autoridades federales sobre el riesgo que existía, por deslaves en la zona.

Al darse cuenta del congestionamiento vial, la Policía Federal decidió abrir uno de los carriles con dirección México-Acapulco para agilizar la circulación de los automovilistas que ya tenían horas varados.

En el área de la excavación las máquinas continuaban con las labores, al tiempo que familiares de los hombres no perdían la esperanza de que ambos fueran rescatados con vida.

Sin embargo, por la situación de los hombres, dos mujeres se sintieron mal y debieron ser atendidas por paramédicos, quienes las trasladaron a un hospital.

Más de 200 personas se quedaron a observaron lo que sucedía; algunas estaban a la orilla de la carretera; otras, en las azoteas de sus casas y otras más en un puente tubular cercano.

A las 15 horas arribaron peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) y la unidad del Servicio Médico Forense (Semefo). En ese momento se confirmó que los dos hombres no habían sobrevivido.

30 minutos después rescataron los cadáveres, los cuales fueron subidos al vehículo del Semefo para trasladarlos a la morgue de la Fiscalía. Finalmente la grúa sacó el automotor, que resultó con daños.

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