Dos elementos de la Policía Preventiva Municipal, Emmanuel Vázquez Zayago y David Navarrete Ocampo, cómplices del plagio, vigilaron que no hubiera ningún testigo y escoltaron después la camioneta hasta la colonia Tres de Mayo del poblado de Alpuyeca.
Fue en el hotel “Victoria” ubicado en la calle Camino Real donde los secuestradores fueron recibidos por el velador Delfino Vázquez Torres, padre de uno de los policías; quien de inmediato asignó dos habitaciones que utilizaron para mantener cautivo por 15 días a David Pedroza.
LA AMBICIÓN
La trágica historia de este caso comenzó cuando Azucena Campos Otero, vecina y clienta frecuente de la víctima observó la gran cantidad de dinero que siempre portaba consigo.
La mujer, quien se dedicaba a la venta de tacos, contó este hecho a su esposo Doroteo Baza Carachure, que en cierta ocasión le pidió dinero prestado a la víctima y cuando éste pretendió cobrarle le dijo que no lo molestara y no se metiera con él porque era “sicario”.
Convencido por dos primos hermanos de su esposa, hasta el momento prófugos de la justicia, Doroteo concibió la idea de secuestrar al carnicero y empresario; y decidido a llevar a cabo la misión buscó la complicidad de los uniformados.
El 21 de febrero alrededor de las 20:57 horas, los secuestradores se comunicaron con la familia de la víctima y exigieron en principio la cantidad de 4 millones de pesos, pero finalmente tras una negociación en los días siguientes se pactó el pago de 500 mil pesos.
Fue en el municipio de Ciudad Altamirano, estado de Guerrero, donde se estableció el sitio de la entrega del dinero y la liberación del secuestrado, pero esto último nunca se llevó a cabo.
La investigación de las autoridades establece que el afectado durante el tiempo que permaneció en cautiverio identificó la voz de Doroteo y en cierta ocasión lo llamó por su nombre, situación, se presume, fue el motivo de su muerte.
Los policías municipales trasladaron el cuerpo sin vida de David Pedroza a bordo de la camioneta Blazer, color negro con placas de circulación PVZ2939 del estado de Morelos; y lo abandonaron en un camino de terracería.
El cadáver fue localizado por las autoridades en el sitio conocido como Bajada del Río del Ejido de Atlacholoaya, atado de pies y manos, envuelto en una bolsa de color negro y con la cabeza completamente vendada con cinta canela.
La fiscalía del estado informó de manera oficial que contaba con 40 a 45 años de edad, y falleció debido a “asfixia secundaria a sofocación” por obstrucción de orificios respiratorios según el reporte médico forense.
La investigación de la unidad antisecuestro permitió esclarecer el caso y detener primero a Baza Carachure de 55 años de edad, y a su esposa Azucena Campos Otero en un operativo realizado en el poblado de Tezoyuca de Emiliano Zapata.
Derivado de la confesión de la pareja, los agentes ministeriales se dirigieron a “Base Mariano Matamoros” y detuvieron al policía preventivo Emmanuel Vázquez Sayago que intentó refugiarse en las instalaciones de la Dirección General de Seguridad Pública.
Esta situación provocó que Noé Ramírez Alarcón, titular de la corporación, saliera al paso de los agentes y tras ser informado del hecho decidió entregar al uniformado para su puesta a disposición.
Vázquez Sayago guió a los uniformados hasta el hotel donde laboraba su padre Delfino Vázquez Torres, quien al momento de su aprehensión portaba consigo dos pistolas.
La confesión de los secuestradores permitió también ubicar a otro de los uniformados, David Navarrete Ocampo, cuando llegó a una tienda de autoservicio, ubicada en el crucero del poblado de Alpuyeca, en una camioneta Blazer de color negro.
Ahí también fue detenido el oficial José Carlos Hernández, quien fue trasladado en calidad de presentado ante la autoridad correspondiente, para ser investigado y determinar si se encuentra relacionado en el secuestro y muerte de David Pedroza Malpica.
Respecto a los primos de Azucena, continúan prófugos y las autoridades llevan a cabo su búsqueda para ser detenidos y puestos a disposición de las autoridades correspondientes.