Al respecto, habitantes de esta localidad pidieron a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado que dicho crimen no quede impune al tiempo que manifestaron temor por las acciones de Dávila García ya que es conocido por su mala reputación.

A decir de los vecinos de Huitzilac, “ellos son muy vengativos. Siempre dan el golpe por la espalda, ellos llegan y se desquitan del modo que sea. El pueblo siempre les ha tenido más que nada miedo en lugar de respeto”, refirió una persona que pidió el anonimato.

De acuerdo con testigos presenciales, fue alrededor de las 10 de la mañana cuando una pipa de agua propiedad de Lauro Dávila, misma que al parecer era conducida por su hijo, atropelló a la niña de tres años de edad que falleció en el lugar.

En su afán por proteger al menor responsable del hecho de tránsito, Dávila García se autoincriminó. Por tal motivo, fue aprehendido, pero la mañana del lunes quedó en libertad sin pago de fianza o algún arreglo con los familiares.

Según los vecinos del municipio, desde hace tiempo se le había pedido a Lauro evitar circular con su pipa a exceso de velocidad por la zona pero “él dijo que quién se lo iba a impedir; que quien se lo impidiera se pusiera en frente; igual al que llegue a matar que él lo paga porque tiene dinero”, dijo otro habitante del municipio.