Se trata de quien en vida respondiera al nombre de Francisco Olvera Badillo de 56 años de edad, vecino del municipio de Jojutla, quien fue identificado por su madre, de nombre Carmen Badillo, ésta manifestó que desde la tarde del sábado pasado, su hijo salió a trabajar y no supo más de él.
Fue la tarde del domingo pasado, aproximadamente a las 13:00 horas, que en la carretera local libramiento Ticumán-Tlaltizapán, a 500 metros del balneario Santa Isabel en la citada municipalidad, se localizó el cadáver de un hombre de tez morena y complexión media. El cual portaba lentes de aumento en el rostro y en los brazos tenía dos tatuajes; uno en el antebrazo derecho con la leyenda “Silvestra y otro en el izquierdo una figura de un laurel con un puño cerrado en el centro y las iniciales KHB.
Cerca de la víctima, quien presentaba marcas de tortura y diversas heridas producidas por arma de fuego, fueron encontrados tres cartuchos percutidos calibre .38 súper, así como una cartulina enrollada atada con una liga, cuyo texto amenazaba a un sujeto apodado “El Yoko”, y presumiblemente fue firmada por integrantes de la organización criminal denominada “La Familia Michoacana”
El hecho quedó asentado en la carpeta de investigación FJO/757/2012.