Fue la noche de este domingo cuando se registró una fuerte movilización de elementos de las fuerzas castrenses en el fraccionamiento Burgos de Cuernavaca, donde un grupo de delincuentes, a bordo de dos camionetas, llegó hasta el domicilio del empresario capitalino.
Una vez en el lugar, vía telefónica le exigieron un millón de pesos, al tiempo que le ordenaron que se asomara a la calle por una de las ventanas de su hogar, para que confirmara que gente armada ya lo tenía ubicado.
Según los informes aportados por los lugareños, citaron que el botón de pánico fue activado a las 17 horas y la policía uniformada no acudió a la emergencia, por lo que los afectados tuvieron que requerir la presencia de las fuerzas armadas, que arribaron poco después a bordo de dos unidades.
El empresario, que se encontraba junto con su familia en su residencia de fin de semana, recibió la llamada y posterior a ella, el anuncio -por parte de un vecino- de que frente a su propiedad había vehículos ajenos a colonos y tripulados por sujetos que al parecer estaban armados.
Esta situación alertó al empresario, quien solicitó la intervención de las autoridades, sin embargo, al no obtener respuesta, notificó el caso a las fuerzas armadas y éstas llegaron de prisa para realizar las acciones pertinentes.
Sin embargo, los residentes aseguran que el convoy de hombres en camionetas que rondaban el residencial, se retiró hacia la colonia Tres de Mayo del municipio de Emiliano Zapata, en cuanto observó a lo lejos la llegada de los soldados.