De acuerdo con fuentes de la Policía Ministerial, una de las líneas de investigación en torno a la masacre acaecida la madrugada del pasado viernes tres de agosto en la referida casa del placer, ubicada sobre la avenida Alta Tensión, señala que probablemente los clientes habrían iniciado una riña, en la que podrían haber participado los jóvenes fallecidos, la cual terminó en el ataque armado.
No obstante que esta masacre pudiera catalogarse como una más dentro las acciones de la delincuencia organizada por cómo sucedió; hasta el momento, las autoridades ministeriales no han hallado indicios claros de que la ejecución o los cuatro occisos estén relacionados con el crimen organizado, a pesar de que a uno de los hombres asesinados se le encontró droga entre sus ropas.
Sin embargo, las investigaciones continúan a fin de esclarecer esta matanza. En este sentido, la Policía Ministerial está interrogando a las sexoservidoras que en esos instantes se encontraban presentes, así como a los familiares de las víctimas Julio César Toledo Garay, estudiante; Sergio Pardo Viesca, diseñador gráfico; Uriel Alejandro Ávalos, quien contaba con un antecedente penal por el delito de posesión de vehículo de procedencia ilícita, dentro de la carpeta de investigación FRV01/1134/2012 iniciada el 20 de mayo de 2011, y Francisco Javier Pérez Albor, nutriólogo, quienes fueron acribillados a balazos cuando salían de la casa de citas.