En punto de las 11:00 horas comenzó la audiencia intermedia de juicio oral, en contra de Esteban Cadena Torres, de 28 años de edad, efectuada en la sala de audiencias de la ciudad de Cuautla.
Sin embargo, a unos minutos de iniciada la presentación, el agente del Ministerio Público sobreseyó las acusaciones en contra del imputado; es decir, que se desistió de continuar el proceso judicial en contra de Cadena Torres.
Y es que el agente no contó con elementos de prueba suficientes que comprobaran la participación o coparticipación del mismo en la desaparición de la familia Olguín Sotelo y su empleada doméstica.
La audiencia concluyó pasadas las 13:00 horas, con la decisión de la juez de dejar en libertad a Esteban Cadena.
Con la absolución de esta persona, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Morelos se ha quedado con sólo dos detenidos respecto del caso.
En este sentido, Gregorio Briceño –quien fue el segundo detenido– quedó en libertad el pasado 5 de agosto, después de que la justicia morelense determinó que no había pruebas suficientes en su contra, y a pesar de que la fiscalía apeló la decisión, Gregorio promovió un amparo que lo mantiene en libertad.
Más tarde fueron detenidos Ismael León Aragón, así como José Arturo García Olguín, quienes fueron vinculados a proceso de investigación y son los únicos dos detenidos con los que cuenta la PGJ.
Lo anterior, debido a que Janet Vargas Nacif, la última aprehendida, también obtuvo su libertad el pasado 7 de diciembre, cuando la justicia morelense determinó que su detención había sido ilegal.
Es preciso detallar que el Ministerio Público ha formulado acusaciones idénticas en contra de Ismael León Aragón y Gregorio Briceño, al señalarlos como la persona que recibió, el pasado 6 de julio, a las víctimas en el poblado de Oaxtepec, en Yautepec, para llevarlos a la casa de la que más tarde desaparecieron, por lo que no se sabe quién de los dos sería el culpable.
Además, se ha informado que por testimonio de Janet Vargas Nacif, existe al menos otra persona que habría cavado una fosa, en la que habrían arrojado los cuerpos de la familia Olguín Sotelo, del que se desconoce su identidad y el cual continúa libre.