La fiscalía en la audiencia intermedia de ayer, anunció que cuenta con las pruebas suficientes para comprobar la responsabilidad de Luis Hernández Candela de 31 años, pues hay testigos de los hechos; pero además resultó positivo en la prueba de rodizonato de sodio, con lo que se comprueba que disparó su arma calibre 38 en contra de dos policías municipales.
De acuerdo al expediente judicial JC/346/2013, el pasado 15 de junio una pareja paró en la gasolinera ubicada en la autopista México-Acapulco, a la altura del poblado de Chamilpa, hasta donde llegó el presunto responsable con pistola en mano y despojó al despachador y al matrimonio de su dinero y camioneta, una Renault Koleos 2011 color gris, donde llevaban una bicicleta y maletas, pues iban a pasar un fin de semana en el municipio de Emiliano Zapata.
El hombre huyó en el vehículo que abandonó en el Lienzo Charro en la colonia Buena Vista, pero fue alcanzado por policías municipales que persiguieron al imputado en una barranca donde se escondió detrás de un arbusto.
De acuerdo a los cargos presentados por los policías ante el Ministerio Público, Luis Hernández disparó en contra de los dos policías sin que los haya herido, así que estos respondieron la agresión lesionando al hombre en la pierna, por lo que decidió entregarse.
En la audiencia de ayer, la juez de Control, Elvia Terán Peña, preguntó a las partes si habían decidido evitar el juicio oral e irse por la vía abreviada, pero antes, la fiscal dio a conocer las pruebas que tiene en contra del hombre como son las declaraciones de la pareja, estudios periciales a la camioneta que robó, la cadena de custodia de unas maletas y la bicicleta que, se presume, el hombre robó, así como el resultado de pruebas periciales que le realizaron a la pistola y al imputado para demostrar que éste accionó su pistola contra los policías.
Tras lo anterior, la juez otorgó unos minutos al detenido y su abogada para tomar la determinación, y posteriormente, ambos decidieron no ir a juicio, pues las pruebas que presentó la fiscalía eran contundentes para demostrar su culpabilidad.