“Esta tesis sostiene que si un automóvil es robado (como es el caso), no se puede llevar otro proceso por los objetos que están al interior. Es un solo robo”, dijo el juez relator al momento en que daba lectura a la sentencia.
El fallo dado a conocer ayer por la tarde fue votado por unanimidad por los integrantes del Tribunal, quienes restaron valor a las pruebas aportadas por la Fiscalía, porque el agraviado reconoció ante el órgano jurisdiccional que no tuvo tiempo de observar las facciones de los dos tipos que lo despojaron del camión, propiedad de una empresa expendedora de gas.
“Yo creo en Dios y no puedo mentir. No tengo la seguridad de que ellos me robaron”, dijo en su declaración ante los jueces cuando fue llevado a rendir su testimonio.
El Tribunal ordenó que en ese momento se realizaran los trámites para que Rafael Maldonado Ocampo, así como Miguel Ángel Onofre Rodríguez, a partir de ayer abandonaran el penal de Atlacholoaya, donde estuvieron recluidos ocho meses.
“Debido a que se trata de un acto de molestia, se ordena que se les otorgue su libertad de manera inmediata. Notifíquese de esto al director del penal”, dijo la juez presidenta.
La PGJE por su parte durante el juicio presentó como testigos a policías municipales de Jiutepec, quienes relataron la manera en que aprehendieron a estas dos personas e incluso uno de los policías afirmó que se percató cuando uno de los detenidos pretendía esconder los cilindros de gas en la zona de El Texcal, en la parte sur del municipio de Jiutepec.
Otro relató que el segundo fue detenido cuando huía en una camioneta, en la que se presume cargaron los cilindros de gas que según la Fiscalía se robaron.
El chofer relató (según lo asentado en la carpeta de investigación JC/4ª/2001) que el día de los hechos circulaba por la colonia Capiri de Jiutepec, cuando un hombre le hizo una seña, como solicitándole un cilindro de gas.
De inmediato lo amagó y otro sujeto se subió al camión, obligándolo a agacharse para que no le viera la cara.
Posteriormente lo llevaron a una casa en obra negra, donde lo amarraron de pies y manos y lo dejaron ahí varias horas, hasta que logró desatarse y pedir auxilio a la Policía.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Jiutepec realizaron un operativo y detuvieron a los dos hombres en distintos lugares del Texcal, cuando según la autoridad fueron a esconder los cilindros.
Los jueces consideraron que los testigos de cargo cayeron en contradicciones y que las versiones carecían de certeza, pero además el chofer del camión reconoció que no podía reconocer a los autores del robo.
Finalmente, ayer por la tarde los acusados salieron entre risas y aplausos de sus familiares, que una vez que conocieron la sentencia los felicitaron y ahí mismo se informó que será el próximo viernes cuando se individualice la sentencia, aunque todavía existe la posibilidad de que la Fiscalía solicite recurrir a una instancia superior para buscar revertir la decisión de los jueces.