Este caso conmocionó a la sociedad morelense después de que se dio a conocer que el pasado 2 de abril, en el interior de una casa de la colonia Pro-Hogar, en el municipio de Emiliano Zapata, fue descubierto el cadáver de Marlene “N”, de 20 años de edad, a quien le le abrieron el vientre con un cúter, provocándole la muerte por las heridas. Sin embargo, después se informó que la prueba pericial practicada al cuerpo de la víctima, reveló que el deceso fue provocada mediante asfixia.
La audiencia de ayer tuvo una duración de siete horas, pues el juez tuvo que decretar un receso para elaborar el auto de vinculación.
La fiscalía afirmó que los tres detenidos, Gabriela, José Luis y Emmanuel, tras ser detenidos, pretendían descargar toda la responsabilidad en la mujer, pues los dos hombres declararon que ellos entregaron a Gabriela a las autoridades, al enterarse de que asesinó a una mujer para despojarla de su hija, que en vida llevaría el nombre de Michel.
De acuerdo con la declaración ofrecida por el esposo de la víctima, de nombre José Luis, su esposa Marlene conoció a una mujer de nombre Gabriela en una consulta con el ginecólogo en el hospital general, quien le ofreció regalarle ropa para bebé, cuyo nacimiento estaba programado para el 24 de abril.
El día de los hechos, por la tarde, la víctima fue a la casa de la imputada y no fue hasta horas después cuando el hombre, al ir a buscar a su cónyuge, se enteró que la Policía encontró su cuerpo en cuatro bolsas de plástico color negro.
De acuerdo con los datos aportados por la Fiscalía General de Justicia (FGJ), la supuesta victimaria llevó al bebé a un hospital en el municipio de Emiliano Zapata, pero ya sin vida, tratando de engañar a las autoridades señalando que se trataba de su hija y posteriormente escapó del lugar.
El padre de la mujer y su hermano, en una entrevista con agentes de la Policía, señalaron que Gabriela les marcó para pedirles ayuda, pero les hizo creer que la niña muerta era de ella, por lo que posteriormente les reveló que había asesinado a la madre.
“Son contradictorias las declaraciones, lo que me hace suponer que hay falsedades en lo revelado, pues si el padre no estuvo presente en el homicidio, ¿por qué la Policía le encontró manchas de sangre en la ropa y por qué la mujer le habló a él y no a su cónyuge?”, indicó el juez, al vincular a proceso a los detenidos.
La hipótesis que manejó la fiscalía en la audiencia de ayer es que los detenidos pretendían obligar a la madre a que diera a luz prematuramente y quedarse con la niña, que estaba a pocos días de nacer.
Además, el Ministerio Público indicó que la mujer no pudo cometer el homicidio sola, pues la víctima fue metida en bolsas de plástico y ello implicaba que recibiera ayuda de al menos dos personas más y lo anterior quedó confirmado a través de un informe realizado por un criminalista, que realizó un estudio en el lugar donde se presume se cometió el homicidio.
En la audiencia estuvieron presentes tanto familiares de la víctima como de la victimaria y una vez que el juez dio a conocer la determinación en la sala, una mujer, con lágrimas en los ojos, siguió a la imputada sólo para detenerse frente a ella cuando era llevada por los custodios y decirle: “Gabriela, cuídate mucho, por favor. Te deseo suerte”.
Antes, el juez afirmó que de acuerdo con los datos aportados por el Ministerio Público, todo hace suponer que se trata de un homicidio con las agravantes de premeditación, alevosía y traición, pues eran más de dos los que cometieron el asesinato, se aprovecharon de la confianza de la víctima y hasta el momento, los datos obtenidos hacen presumir que todo fue planeado.
La fiscalía pretendía que los imputados fueran vinculados por un doble homicidio (la madre y el producto), pero el juez afirmó que lo anterior no era procedente, pues se trataba de un producto de 35 semanas de gestación (ocho meses) y en dado caso, tuvo que haber nacido y después ser asesinado para poder encuadrar el delito que solicitó en la audiencia de ayer en el Ministerio Público, pero afirmó que la hipótesis que encuadra es la de aborto agravado.
Antes de dar por concluida la audiencia de ayer, el juez otorgó un plazo de tres meses a la FGJ para culminar la investigación, pues el Ministerio Público señaló que se tiene que analizar la sangre encontrada en la ropa de los detenidos y una prueba pericial para saber el contenido de la conversación que los detenidos tuvieron tras el homicidio, analizando sus teléfonos celulares.