En la audiencia de clausura de debate, los procesados reconocieron que fueron detenidos cuando iban a cobrar el rescate, pero una mujer (cuyo nombre no dijeron) les dijo que iban a cobrar un dinero, producto de una extorsión, pero no de un plagio.
La audiencia de ayer fue inusual, pues cuando el presidente del cuerpo colegiado les preguntó que si tenían algo que decir, los cuatro hombres pidieron disculpas y se dijeron engañados, pues insistieron que no tenían necesidad de cometer el plagio.
“Yo soy recién casado, con un trabajo en forma, es más, a mí me dijeron que íbamos a cobrar un dinero, producto de un accidente de Tránsito”, dijo el más joven de ellos, mismo que no podía disimular las ganas de llorar.
Los imputados: Adrián López Gómez, Víctor Montiel López Pérez, Guadalupe Ruiz Coel y Arcadio Mendoza Pomponio, fueron detenidos el pasado 30 de mayo del año pasado, cuando acudieron a una tienda con razón social “La Pasadita" en la calle Ignacio Zaragoza de la colonia Calera Chica, en Emiliano Zapata, a cobrar el rescate, pero ahí eran esperados por elementos del Grupo Antisecuestros de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quienes los detuvieron.
En los alegatos de clausura, los cuatro abogados de los imputados indicaron que la Fiscalía no aportó pruebas para demostrar que estos participaron en el plagio, cometido cinco días antes de su captura.
“No hay señalamientos que indiquen que ellos subieron al plagiado en la camioneta blanca. Nadie los señala y si hay un delito, no es el secuestro agravado, ni mucho menos el homicidio”, aclaró uno de los cuatro abogados.
Los tres jueces escucharon los alegatos que, en esta ocasión, no fueron refutados por el Ministerio Público adscrito al asunto. Y es que de acuerdo al expediente judicial JC/124/2014, no hay una prueba pericial que confirme que alguno de los cuatro detenidos participó en las negociaciones que los plagiarios sostuvieron con los familiares de la víctima, vía telefónica.
“Yo reconozco que me dijeron que era dinero producto de una extorsión, nunca de un secuestro”, decía Arcadio, que pedía perdón de su conducta frente a los familiares de la víctima, cuyo cadáver apareció dos días después de que estos cuatro sujetos fueron detenidos.