La juez llamó la atención a los policías municipales de Xochitepec porque éstos, en su informe, reconocen que iban a prestar un auxilio, cuando vieron al imputado que viajaba en su bicicleta y lo detuvieron, pero en ese momento desconocían las características físicas del ladrón (es decir, lo detuvieron porque –según los policías– tenía una “actitud sospechosa”).
Por ello, la juez dijo: “A menos de que los policías fueran adivinos se puede advertir (hasta este momento procesal) que el imputado sea el responsable del robo”, tras lo que ordenó la inmediata libertad de Juan Espíndola Domínguez, quien desde el pasado domingo por la noche fue detenido.
El agente del Ministerio Público dio lectura a los hechos contenidos en la carpeta de investigación SC/126/2014, en los que refiere que el guardia del fraccionamiento “Los Plátanos”, de la colonia Lázaro Cárdenas del municipio de Xochitepec, reportó alrededor de las 21:00 horas que un hombre se introdujo a una de las casas, llevándose consigo aparatos electrodomésticos.
Tras el reporte, la Policía salió con dirección al domicilio, pero en el camino vio a un tipo “sospechoso” que iba en una bicicleta, al que detuvieron y llevaron ante el guardia para ver si era el mismo que se introdujo minutos antes al domicilio.
El agente de seguridad privada –según el parte policíaco– reconoció al individuo como el que cometió al robo, así que fue presentado ante el Ministerio Público, pero no llevaba consigo ninguno de los objetos que presumiblemente robó.
La juez escuchaba atenta las imputaciones contra el hombre, pero su rostro reflejaba el malestar que sentía, pues la única prueba que obraba en contra del sujeto era el señalamiento del guardia y lo anterior se reflejó en el momento de dar a conocer su fallo, pues llamó la atención a los agentes policíacos.
“No pueden darse detenciones así”, se quejó la juez, pero al agente del Ministerio Público Andrés Vargas Domínguez le dejó libre la posibilidad de continuar integrando la carpeta y si hay elementos en contra del imputado, pedir una orden de aprehensión en su contra.
Finalmente, ordenó la libertad de Juan Espíndola, pues consideró que no había elementos para que continúe privado de su libertad.