Durante la madrugada, estas ya se habían apoderado de varios objetos como pantallas de televisión y tanques de gas, los cuales habían robado en algunas viviendas; sin embargo, fueron descubiertos por los vecinos, quienes dieron la voz de alarma para atraparlos.
En su huida, los ladrones no pudieron lograr su objetivo debido a fallas en el vehículo en el que viajaban, por lo que se bajaron y huyeron corriendo.
En el poblado dejaron abandonado un automóvil Volkswagen Caribe de color blanco, que portaba placas viejas del estado de Morelos con número PWF-9305. En su interior se encontraban dos tanques de gas y una pantalla plana.
Indignados por la impunidad con la que siguen actuando las bandas de delincuentes, los pobladores se reunieron y decidieron sacar al despoblado el vehículo para aprenderle fuego.
El automotor quedó reducido a cenizas con la intención de que no pueda ser recuperado por los delincuentes, de los cuales no se supo nada, debido a que no hubo la respuesta de la Policía que se esperaba.