Su nombre es José Antonio “N”, quien ese año colaboró con otros hombres, al menos dos, para sustraer pantallas de televisión, computadoras y otros muebles de un hotel.
Ese día lograron huir con el botín, pero más tarde él fue localizado y aprehendido por la entonces Policía Ministerial.
Más tarde fue llevado a juicio en el que se le concedió la libertad condicional, pero a casi siete años dejó de cumplir con sus obligaciones de acudir a firmar.
Así que ante la posibilidad de que intentara evadirse de la justicia fue aprehendido y llevado a prisión desde donde continuará su proceso judicial.