La depresión al parecer fue la posible causa para que una mujer se aventara del quinto piso del hotel “GS”, que está ubicado en la carretera federal México-Cuernavaca, en la colonia Buena Vista de Cuernavaca.

De acuerdo con los datos recabados por La Unión de Morelos, la víctima -de nombre Alejandra- en días pasados estuvo internada en un hospital de Cuernavaca. Cuando fue dada de alta, la familia llevó a la joven a su casa, pero seguía con la depresión.

A las cinco de la mañana del domingo, la mujer salió de su vivienda a bordo de su automóvil y llegó al mencionado hotel para hospedarse en una habitación del quinto piso.

Dos horas después, el propietario y empleados de un bar con razón social “Mi Cabaña”, que se encuentra a un lado del hotel, encontraron a una mujer tirada en el patio. Posteriormente llegaron los paramédicos para confirmar la muerte de esta persona.

El sitio fue acordonado y resguardado por agentes de la Policía del Mando Único.

En relación al caso, había dos versiones. Una que se trataba de un suicidio y la segunda un posible homicidio.

Enseguida llegó el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), a bordo de cuatro vehículos. Los peritos entraron al negocio, donde tuvieron a la vista a la occisa. Las heridas que tenía, eran a causa de una caída.

Los elementos de la Fiscalía, al mirar hacía el hotel GS, observaron que la ventana del quinto piso estaba abierta. por lo que fueron a investigar.

Los empleados comentaron que la cámara de vigilancia del hotel, grabó el momento cuando la joven ingresó. La Fiscalía comprobó que la mujer no llegó acompañada al hotel.

Los peritos lograron contactar a los familiares, quienes comentaron que la mañana del domingo, al entrar a la morada de Alejandra hallaron una carta, en la que se despedía de ellos. Además, confirmaron que padecía depresión, po rlo que todo apunta a que se trató de un suicidio.

Sin embargo, continuarán las pesquisas para confirmarlo.

INCIDENTES

Mientras que afuera del hotel y el bar los elementos policiales seguían en espera de que terminaran las diligencias, algunos de los agentes para distraerse utilizaban su teléfono celular.

Como dato curioso, a las 8:25 horas, un joven que realiza sus prácticas en la fiscalía se asomó por la ventana del hotel desde la que se arrojó la mujer.

Desde allá gritó a los uniformados que estaban abajo que no permitieran que los reporteros sacaran fotografías. Una de las razones es que no traía puesto la vestimenta apropiada llamada “Tabeyk”, un traje blanco obligatorio para no contaminar la escena.

Minutos más tarde, el vehículo del Servicio Médico Forense (Semefo) que sacaría el cuerpo no arrancaba, por lo que tuvieron que "pasarle corriente" desde otro vehículo, hasta que finalmente todo se areegló y pudieron llevar a cabo el levantamiento del cadáver.