Pablo Moreno López, un reconocido promotor y profesor de tenis de Cuernavaca, fue asesinado a balazos afuera de su casa, cuando aún no se bajaba de su automóvil. Su pareja sentimental protegió a su hija con su cuerpo, pero también recibió un ataque directo y falleció, aunque logró su objetivo.
Todo ocurrió en la calle 2 de Abril esquina con Poder Legislativo, de la colonia El Empleado en Cuernavaca.
“... creo que venían en una motocicleta los asesinos. Aquí quedó mi vecino a bordo de su coche”, comentó una mujer que lloraba después de haber escuchado los disparos.
Pablo Moreno López recibió varios impactos de bala en el rostro y en el pecho; murió en el lugar.
De acuerdo con información recabada por La Unión de Morelos, Moreno López, su pareja y la hija de ésta llegaron a su domiclio y las dos mujeres bajaron del auto, cuando de repente se acercaron dos hombres a pie, que dispararon al vehículo, donde se encontraba el conocido promotor y profesor de tenis, que quedó muerto en el asiento del conductor.
La reacción de su pareja - Macarena Sierra Paz, de 47 años de edad- fue tirarse al suelo y tapar con su cuerpo a su hija Frida.
Los asesinos se acercaron a ellas y dispararon directamente, hiriendo en el abdomen a la madre -quien quedó viva- y a la hija sólo de un rozón, aparentemente en el cuello.
Luego de eso los asesinos subieron a una motocicleta y huyeron del lugar.
A las 11:40 horas del domingo la Policía del Mando Único recibió el reporte de que había ocurrido una balacera en la referida dirección.
Afuera de la casa marcada con el número 19 de la calle 2 de Abril se encontraba un vehículo compacto color vino, con placas de circulación 1-PW-970 del estado de Morelos.
Pablo Moreno López tenía impactos de bala en la cara y en el pecho.
A las 12:00 horas arribaron los paramédicos de la Cruz Roja, los que atendieron a Macarena Sierra Paz, de 47 años de edad, quien tenía tres disparos en el abdomen y fallecería horas más tarde, y a su hija Frida Macarena Velázquez Sierra, de 21 años,. Ambas fueron trasladadas al hospital Parres.
Su pareja, que también recibió varios impactos de bala en el abdomen, falleció más tarde en el hospital.
En la escena del crimen quedaron esparcidos 39 casquillos calibre 9 milímetros, por lo que el lugar fue resguardado y acordonado por elementos de la Policía del Mando Único.
Uno de los reportes que recibió la Policía establece que uno de los asesinos llevaba un casco color rojo con negro.
Minutos después llegó el personal de la Fiscalía General del Estado.
A la zona arribaron elementos de la Policía Vial de Cuernavaca. Uno de ellos obstaculizó la labor periodística al tratar de evitar que se grabara o sacaran fotografías del hecho.
Los peritos vieron que el automóvil tenía 13 impactos de bala en el parabrisas, cuatro del lado del conductor y uno en la puerta del lado del acompañante.
El personal de la Fiscalía descartó que se tratara de un asalto. Siete de los 13 disparos que se veían en el medallón estaban del lado del conductor.
A la zona también arribaron elementos de la Policía Vial de Cuernavaca. Uno de ellos obstaculizó la labor periodística al tratar de evitar que se grabara o sacara fotografías del hecho.
Sin embargo, sus compañeros lograron convencerlo de que estaba en un error, ya que el reportero se encontraba atrás del acordonamiento y es legal captar imágenes.
El Servicio Médico Forense (Semefo) realizó el levantamiento del cadáver, el cual fue identificado por sus familiares. Elementos de la Policía de Investigación Criminal solicitaron el apoyo de una grúa para llevarse el coche al corralón.
Cabe destacar que los vecinos comentaron que Pablo era “un buen vecino, una persona tranquila y dedicada al deporte. Nunca tuvo problemas con nadie, ya que era un hombre respetuoso".
