El originario de San Pablo Guelatao, Oaxaca, nació un 21 de marzo de 1806 y murió siendo presidente el 18 de julio de 1872, a los 66 años de edad; es reconocido como el padre del liberalismo mexicano y el gran impulsor de las Leyes de Reforma, que separaron a la Iglesia del Estado, la antesala de las instituciones civiles actuales.
Su frase más famosa, "entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, la escribió en julio de 1867, después de cuatro años de lucha contra la intervención francesa y el Imperio de Maximiliano. Aquí te presentamos cinco datos curiosos que quizás no conocías del dos veces presidente mexicano (del 15 de enero de 1858 al 10 de abril de 1864 y del 15 de mayo de 1867 al 18 de julio de 1872).
EL NOMBRE 'MULTIUSOS'
El nombre de Benito Juárez ha sido usado para nombrar calles, capitales, ciudades, municipios, ejidos, escuelas, teatros, universidades, universidades, restaurantes, unidades habitacionales y hasta concursos de oratoria (Sentimiento Juarista).
Para nombrar algunos ejemplos tenemos a los ejidos Benito Juárez (en Tamaulipas, Baja California, Chihuahua), Ciudad Juárez (Chihuahua), el municipio de Juárez (Quintana Roo), la capital de Oaxaca, Oaxaca de Juárez (nombrada así en 1872 por el congreso oaxaqueño), la delegación Benito Juárez (en la Ciudad de México) y la Universidad Autónoma Benito Juárez (UABJ) también en la entidad oaxaqueña.
Incluso hay una Avenida Benito Juárez en Nueva Delhi y hasta una cadena de restaurantes colombianos con el nombre Benito Juárez Tex Mex. Legend.
EL BENEMÉRITO
No cualquiera es nombrado como un personaje digno de un galardón en otro país, pero eso le pasó a Benito Juárez, al ser nombrado Benemérito (digno de galardón) por Colombia y República Dominicana.
La primera ocasión que Juárez recibió esta distinción fue a consecuencia de un decreto promulgado el 1 de mayo de 1867 por el Congreso Nacional de Colombia, que declaró al entonces presidente mexicano "digno del merecimiento del bien de América por la abnegación y la incontrastable perseverancia desplegada en la defensa de la independencia y libertad de su patria".
Unos diez días después, el 11 de mayo de 1867, el Congreso de República Dominicana, a petición del diputado Antonio Delfín Madrigal, reconoció a Juárez por su defensa de México ante las tropas francesas, una “causa idéntica” a la de Santo Domingo, capital dominicana, contra el imperio español. “Las acciones del presidente Juárez servirán como ejemplo a las demás repúblicas hermanas que quisiesen mostrar su simpatía por la causa de la libertad de México, a la que no dudaba debía seguirse la de toda la América, de uno a otro extremo”, dijo en su momento el legislador dominicano.
CORRESPONDENCIA 'LITERARIA'
Benito Juárez gustaba de tener correspondencia regular con cientos de personas, algunas de ellas artistas reconocidos como el caso del poeta, dramaturgo y novelista romántico francés Víctor Hugo (autor de Los Miserables), que el 20 de junio de 1867, le escribió al entonces presidente mexicano.
¿El motivo? Solicitarle a Juárez el perdón al exemperador mexicano, Maximiliano de Habsburgo, que había sido detenido por ser enemigo de la patria.
"Usted hizo tal cosa, Juárez, y es grande. Lo que le queda por hacer es más grande aún. Escuche, ciudadano presidente de la República Mexicana. Acaba usted de vencer a las monarquías francesas con la democracia. Usted les mostró el poder de ésta; muéstreles ahora su belleza. Después del rayo, muestre la aurora. Al cesarismo que masacra, muéstrele la República que deja vivir. A las monarquías que usurpan y exterminan, muéstreles el pueblo que reina y se modera. A los bárbaros, muéstreles la civilización. A los déspotas, los principios. ¡Que el violador de principios sea salvaguardado por un principio! ¡Que tenga esa felicidad y esa vergüenza! Que el violador del derecho sea cobijado por el derecho", pidió Víctor Hugo a Juárez.
Sin embargo, dos días antes de que Víctor Hugo mandara la carta a Juárez, el 18 de junio de 1867, Maximiliano De Habsburgo fue fusilado en el Cerro de las Campanas, Querétaro.
FAMILIA TRÁGICA
El Benemérito de las Américas tuvo una brillante carrera profesional que lo llevó a ser presidente, gobernador, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, secretario de Gobernación, senador, regidor, diputado federal y diputado local.
Pero en lo familiar, Juárez tuvo una historia familiar trágica.
Llegó a la ciudad de Oaxaca a los 12 años (en 1820) donde fue cobijado por Antonio Maza, su futuro suegro, procedente del pueblo zapoteco San Pablo Guelatao.
Unos 23 años después, el 31 de octubre de 1843, contrajo matrimonio con Margarita Maza Parada, a quien le llevaba una diferencia de edad 20 años, pues él tenía 37 y ella 17. Con Margarita tuvo 12 hijos, tres hombres y nueve mujeres, pero cinco murieron a temprana edad. Los varones llevaron como nombre Benito Luis Narciso, José María, quien murió a los ocho años, y Antonio, quien falleció cuando tenía un año.
Sus hijas fueron Manuela, Margarita, María Felícitas Teodora, María Guadalupe, quien murió a los dos años, Soledad, Amada, María de Jesús, Josefa y Jerónima Francisca, quien también falleció.
Aparte de los hijos procreados con Margarita Maza, Benito Juárez tuvo una compañera previamente, Juana Rosa Chagoya, con quien procreó dos hijos: Tereso y Susana.
Se cree que el apellido Juárez se perdió en la segunda línea descendente, actualmente sólo le sobrevive su sobrina tataranieta en sexta generación, Margarita García Juárez.
EL OTRO JUÁREZ
De tal palo, ¿tal astilla? No en el caso de Benito Juárez, pues el único hijo varón sobreviviente del matrimonio Juárez Maza, Benito Luis Narciso Juárez Maza, vivía de las apariencias, no era bueno para los negocios, no fue buen político ni tampoco fue buen gobernador de Oaxaca, de acuerdo con sus biógrafos.
Peter Henderson, uno de los biógrafos del hijo del Benemérito de las Américas, escribió que "carecía del talento necesario para llegar a ser un líder político importante".
Benito Juárez Maza fue gobernador por 7 meses en 1911 pero murió en el cargo a causa de un paro cardiaco; es considerado el primer gobernador oaxaqueño de la Revolución Mexicana
Su labor "más destacable" fue la sofocar el levantamiento del cacique juchitecto José F. Gómez, quién se levantó en armas contra Benito Juárez, de acuerdo con el Congreso de Oaxaca. | Nación321