“Por supuesto que no tendría absolutamente ningún interés y dudo mucho que él lo tenga de sentarme con él (con Enrique Peña Nieto) a hacer una negociación para este proceso electoral y menos de esta persecución de que he sido objeto en este gobierno”, afirmó Ricardo Anaya a pregunta expresa de Denise Maerker en el programa Tercer Grado, y ahí mismo corrigió que él no metería al actual presidente a la cárcel sino que eso sería función de una fiscalía general autónoma.
Elusivo en sus respuestas, negándose a dar algún nombre de su futuro gobierno, incluyendo la posibilidad de que Miguel Ángel Mancera sea su jefe de gabinete, Anaya tuvo más referencias a los gobiernos de coalición de Chile, en la época previa al referéndum sobre la dictadura de Pinochet, o al de Alemania, de Angela Merkel, para dar una justificar la alianza del PAN con el PRD y con el MC.
Fue en este punto donde se vio uno de los pocos puntos de debate, con el periodista Joaquín López Dóriga que le reprochó: “no nos confundamos… Estamos hablando la neta. No me digas que Movimiento Ciudadano es un gran partido socialdemócrata”.
“Hace un momento dijiste: ‘esta alianza tiene la virtud de que quienes piensan diferente se sentaron, pero eso no lo hiciste en el PAN’… Hablo de tu candidatura presidencial, no de los gobiernos”, le reiteró el periodista cuando le reprochó la fractura al interior de su partido.
Desde el inicio de la entrevista, Anaya insistió que ahora la campaña electoral es “una contienda entre dos” y que “responde a dos preguntas: continuidad o cambio… y qué tipo de cambio queremos. Al PRI ya no lo quiere el 85 por ciento de la población, pero a AMLO tampoco”.
Según Anaya, su retiro después de ganar el primer debate presidencial se debió a la “embestida brutal” del gobierno federal en su contra, pero que “su estrategia fue un rotundo fracaso” porque el candidato priista José Antonio Meade no subió en las encuestas.
Comparó los ataques en su contra con lo sucedido con la candidata panista Josefina Vázquez Mota a gobernadora del Estado de México.
“Buscaron dañarme mi imagen, pero les salió contraproducente”, afirmó, pero admitió que tuvo que replegarse porque “el poder de la PGR puede ser brutal”.
Al cuestionarle Carlos Loret de Mola si conocía al empresario queretano Manuel Barreiro, afirmó que sí lo conoce, pero no podía juzgar si era honesto o no “porque eso le corresponde a las autoridades”.
Tampoco quiso pronunciarse sobre candidatos cuestionados del Frente, como en San Luis Potosí, o sobre temas como la despenalización del aborto o los matrimonios del mismo sexo, donde existen diferencias con el PRD, porque “lo importante en una coalición es construir a partir de nuestras semejanzas”.
Contragolpe a AMLO
En algunas partes de la entrevista, el candidato de Por México al Frente, trató de insistir en sus diferencias con López Obrador, sobre todo, en el tema del combate a la corrupción y la impunidad y en el de la amnistía.
“AMLO ya propuso dos amnistías: una contra delincuentes y otra contra políticos. Esto es inconstitucional”, sentenció.
En la última parte, sin admitir que se equivocó, dijo que en el libro de Andrés Manuel López Obrador, citado durante el primer debate, señala al empresario regiomontano Alfonso Romo como parte de los beneficiarios del Fobaproa, pero que la palabra “corrupto” la dijo el candidato presidencial de Morena en una entrevista con Carlos Loret de Mola.
Ante la pregunta de René Delgado sobre si el exjefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, sería su jefe de gabinete, Anaya dio varias vueltas.
“Son decisiones que no hemos tomado. Pero con gente competente, con gente honesta. No puedo decir nombres porque no se ha decidido”, afirmó. Sólo concedió que “sí lo propondría”, pero dependería del Congreso aprobarlo.
En propuestas concretas, Anaya planteó elevar el salario mínimo a 100 pesos diarios más, así como duplicar el tamaño de la Policía Federal para enfrentar el tema de la inseguridad, y señaló que mantendrá a los elementos del ejército en las calles hasta que no existan policías completamente confiables.
“No negocié el Pacto por México”
Cuestionado sobre su relación con Enrique Peña Nieto, Anaya negó que él hubiera sido el responsable de negociar el Pacto por México y que cuando apareció en algunas fotos al lado del presidente de la República apoyando las reformas estructurales lo hizo en su carácter de presidente del Congreso.
“¿En qué momento decidiste tú encarcelar al presidente de la República si antes lo apoyaste en el Pacto por México?”, le preguntó Raymundo Rivapalacio.
Anaya trastabilló en su respuesta y explicó: “cuando yo fui presidente de la Cámara de Diputados, me comporté como se tiene que comportar el presidente del Congreso, por ley. Estaba viendo un video donde aparece la exministra Olga Sánchez Cordero, como presidenta de la Suprema Corte Justicia y tiene que asistir”.
En la parte final de la entrevista colectiva, le lanzó varios guiños a Margarita Zavala, evadió responder a las preguntas de su conflicto con ella y justificó la actitud del expresidente Felipe Calderón porque “es razonable que actúe así, si su esposa está en una campaña”.