En días recientes, Fernando Córdova, doctor en Ecología, dio a conocer que lo que realmente estaba en riesgo con la construcción del Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México es el agua de 22 millones de capitalinos, pues el Lago de Texcoco es el último regulador natural para garantizar agua en un futuro.
Para explicar los efectos que tendría la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, Fernando Córdova pidió imaginar que la Ciudad de México está sobre una esponja con agua, y lo que soporta el peso de la capital es el agua y no la esponja:
Lo que estamos haciendo nosotros actualmente es sacar el doble de agua de esa esponja de la que infiltramos, es decir, constantemente estamos secando esa esponja”.
Las 13 hectáreas de Texcoco significan la única oportunidad para los capitalinos de separar el agua de lluvia del drenaje, pues su mal infraestructura no permite que el agua pluvial se separe de los desechos.
La plancha de la Terminal Aérea es un problema ecológico irreversible, de modificar en este momento el ecocidio, podría recuperarse el 99% de la destrucción de la zona.
Aunque la experiencia de usuario para los que utilizan el aeropuerto sería mala, el especialista lo ve como algo superficial cuando está en riesgo el abasto de agua para 22 millones de personas.
Algunas personas en Facebook sugieren que los negocios reales son los terrenos que algunos políticos han comprado en Texcoco y que levarán su valor debido al Nuevo Aeropuerto.
#Ecología La campaña #YoPrefieroElLago argumenta que de concretarse el NAIM en Texcoco tendría impactos ambientales clasificables como un ecocidio.#SigueCRcomunicacion https://t.co/EsVkMH3mj6 pic.twitter.com/HrWl9bDgff
— CR Comunicación (@CrComunicacion_) 23 de octubre de 2018
Con información de Excélsior y La Jornada