México rebasó las 50,000 muertes causadas por el coronavirus, a solo 141 días de que se registró la primera.
La Secretaría de Salud informó que en las últimas 24 horas se confirmaron 819 decesos más (1.6%), con los que suman 50,517 fallecimientos.
El primer deceso de una persona enferma de COVID-19 se confirmó el pasado 18 de marzo, se trató de un hombre de 41 años que estaba internado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.
Los decesos registrados en estos meses superan las estimaciones más bajas y las posteriormente revisadas por el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, y se acercan más al escenario "catastrófico" que planteó en junio pasado, cuando señaló que podrían ser hasta 60,000.
México ahora es el tercer lugar en decesos acumulados a nivel mundial, superado solo por Estados Unidos y Brasil.
El último informe presentado indica que los casos positivos al virus SARS-CoV-2 acumulados ascienden a 462,690, un alza de 6,590 contagios (1.4%) en las últimas 24 horas.
Con esa cifra, México es el sexto a nivel mundial que más contagios totales registra –detrás de Estados Unidos Brasil, India, Rusia y Sudáfrica–, pese a que el gobierno mexicano no ha realizado pruebas masivas bajo el argumento de que el sistema de vigilancia epidemiológica que aplica no las hace necesarias, lo que le ha generado críticas desde que se conoció la estrategia.
El reporte también indica que hay 87,973 casos bajo sospecha, que aún están a la espera del resultado de laboratorio que confirme la presencia o no de coronavirus.
Las cifras presentadas por la Secretaría de Salud a diario han sido puestas en duda en varias ocasiones, tanto por especialistas como por investigaciones periodísticas que apuntan a un subregistro. López-Gatell, quien funge como el vocero del gobierno federal para la epidemia, ha reconocido que el total puede estar subrepresentado y atribuye esa situación al sistema de registro de casos del país que no ha permitido conjuntar información en tiempo real, así como al trabajo de los estados que son quienes reportan a la federación los datos, entre otras razones, pero a la vez señala que esta situación no es privativa de México, pues también ocurre en otros países.