La Cámara de Diputados aprobó la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, que les permitirá contratar deuda, diferir el pago hasta por un año y destinar recursos para enfrentar emergencias sanitarias, como la pandemia del COVID-19.
“Promover acciones que permitan atender a la población afectada por la emergencia, promover la reactivación económica y profundizar acciones que fortalezcan a las haciendas públicas locales”, señaló la diputada del PAN, Patricia Terrazas Baca, presidenta de la Comisión de Hacienda y Crédito Público.
Entre las acciones destacan:
- Que los estados y municipios puedan diferir pagos de la deuda de corto y largo plazo por un periodo de hasta 12 meses.
- Que las transferencias federales etiquetadas de 2019 puedan pagarse en diciembre de 2020 y las de 2020 en octubre de 2021, siempre que los recursos hayan estado comprometidos en diciembre.
- Incrementar el porcentaje de recursos que se podrán registrar como adeudos de ejercicios anteriores, de 2 a 5 ciento a partir del próximo año.
- Para atender la emergencia sanitaria, los estados podrán contratar personal de salud adicional, aunque no esté presupuestado.
- Se incorpora la definición de emergencia o contingencia sanitaria para que las entidades puedan disponer de recursos para este tipo de situaciones extraordinarias en materia de salubridad general y ya no solo para huracanes, sismos o inundaciones.
Estas reformas permitirán a los estados solicitar mayor endeudamiento a sus congresos locales, si es necesario. Morena explicó:
“Permanece la obligación de un registro público de endeudamiento y la operación del sistema de alertas; se mantiene el mandato para que el endeudamiento de las entidades y municipios únicamente se destine a inversiones pública-productivas para evitar usos discrecionales”, comentó el diputado Carol Antonio Altamirano, de Morena.
Con excepción del Partido del Trabajo, todos los partidos avalaron la nueva Ley de Disciplina Financiera, aunque aclararon.
“Los gobiernos estatales están enfrentando una disminución de 9 por ciento en términos reales del gasto federalizado, que están dejando virtualmente sin recursos para la atención médica; esta reforma solo será una solución temporal, un paliativo para las grandes necesidades en materia sanitaria que están enfrentando los estados”, señaló la diputada Erika Sánchez, del PRI.
La nueva Ley fue aprobada, en lo general, por 345 votos a favor, 49 en contra y 3 abstenciones y no se aceptó reserva alguna, por lo que fue turnada al Senado para su análisis.