A través de su canal oficial de YouTube, el popular experto habló sobre el momento que se vive en torno al desarrollo de nuevos antídotos contra el virus en los tres principales ejes a nivel mundial: Occidente (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania), Rusia y China.
Jalife comenzó hablando sobre el anuncio del gobierno británico de ser el primer país del mundo que pone en marcha una campaña intensiva de vacunación, tras firmar un convenio con la farmacéutica estadounidense Pfizer para adquirir su producto, el cual presenta una efectividad del 95 por ciento, según sus fabricantes.
Este remedio, así como el desarrollado por Moderna, las cuales Jalife define como las ‘vacunas de la OTAN’, presenta dos grandes complicaciones que podrían limitar su distribución en regiones subdesarrolladas: la primera es su costo – de 15 a 20 dólares por dosis-y la segunda son las condiciones de ultracongelación, pues la tecnología para mantenerlo a -70 grados no es accesible para países del Tercer Mundo, como México.
Otra situación a tomar en cuenta para el analista de origen libanés es la financiación que reciben las farmacéuticas occidentales. En el caso de Pfizer señaló que, entre los accionistas institucionales de la empresa se encuentran tres megabancos: The Vanguard Group, State Street y Blackrock.
Sobre la vacuna rusa, señaló que existen varias ventajas que podrían permitir al gobierno de dicho país alcanzar una distribución mayor. La primera es que cuesta prácticamente la mitad que la de Pfizer -20 dólares por las dos dosis requeridas-; mientras que la segunda es que se puede preservar a temperatura ambiente e incluso se puede almacenar en polvo.
A diferencia de las de Estados Unidos y Rusia, la fórmula de China no tiene un sofisticado sistema de ingeniería genética a través del ARN Mensajero, sino que funciona de la misma manera que las vacunas tradicionales; solamente no existe información adicional para comprender mejor su alcance.
En lo que se refiere a la cuestión geopolítica, Jalife señaló que las tres naciones tienen un interés estratégico en la distribución mundial de sus propias vacunas, debido a que estas les permitirán alcanzar nuevos acuerdos con otros países y consolidar su posición como las tres grandes potencias a nivel mundial.
A nivel de avances y efectividad, considera que, hasta el día de hoy, los tres polos están prácticamente en el mismo punto, pues sus productos han alcanzado un gran nivel de eficiencia; por lo que todo se reducirá a las dificultades logísticas y tecnológicas de llevar las vacunas a los países menos desarrollados.