Tanto Movimiento Ciudadano como Morena se perfilan como serios contendientes para las próximas elecciones, posicionándose de manera importante dentro de las preferencias de muchos de los electores.
Sin embargo, el caso de Movimiento Ciudadano merece analizarse detenidamente puesto que su principal figura, y actual precandidato a la gubernatura, el senador Samuel García, se ha visto envuelto en una serie de escándalos que han mermado negativamente la imagen favorable que tanto le había costado crear en el último lustro.
Y es que Samuel, ha pasado de ser esa figura que irrumpió en la política local de manera estridente denunciando las complicidades de los políticos tradicionales, a convertirse en el último protagonista de los memes que inundan las redes sociales, por una serie de errores de comunicación que no tienen otro culpable más que el mismo.
El trabajo del emecista puede evaluarse de distintas maneras, como legislador sin duda ha sido un actor proactivo que ha buscado posicionar temas de importancia dentro de la agenda pública tanto a nivel local como federal, no obstante, también ha cometido serias equivocaciones como lo fueron el promover la fallida consulta del rio Santa Catarina que terminó costando 50 millones de pesos a los nuevoleonenses.
Pero más allá de su actuar como representante popular, la popularidad del “senatore” ha venido en picada debido a la innecesaria sobreexposición de su imagen (y la de su pareja) en redes sociales, lo cual ha magnificado cada uno de sus errores cometidos, volviéndolo objeto de crítica y burla, y que sin duda restan a sus aspiraciones por la gubernatura.
La idea de que “toda publicidad es buena publicidad” es un concepto que los estudiosos de la comunicación política han tratado de desmitificar en los últimos años, ya que ser conocido no necesariamente garantiza una victoria electoral, por el contrario, una alta exposición pública puede inclusive llegar a ser contraproducente en ciertos escenarios.
Tal y como refiere Felipe Flores, profesor del Tecnológico de Monterrey y experto en comunicación política, para que un candidato gane una elección debe transitar por cuatro fases: ser conocido, ser aceptado, ser preferido, y finalmente ser votado.
Si bien la sobreexposición digital lo ha convertido en el político más conocido en el estado, sus errores y los de Mariana (su esposa), entre los que destacan: su boda a escondidas durante la pandemia, el regaño por “enseñar mucha rodilla”, la obtención de un doctorado “patito”, los tenis “fosfo fosfo” de Mariana, y recientemente los escándalos del “golf” y el “sueldito”, lo han expuesto como un actor que difícilmente puede ser aceptado como candidato.
Lo anterior explica porque en muchas de las encuestas realizadas, los ciudadanos preferían a Donaldo Colosio Riojas sobre Samuel García para convertirse en el candidato a gobernador por Movimiento Ciudadano.
Aunque el senador García hoy cuenta con un muy alto grado de conocimiento dentro del público, es al mismo tiempo el político con el mayor grado de percepción negativa, lo cual complica su tarea de convencer al electorado de que el debiera ser el próximo gobernante de Nuevo León, puesto que la experiencia señala que es muy difícil (mas no imposible) hacer cambiar de opinión a la gente cuando esta ya ha formado una primera impresión.
Si bien los números de Movimiento Ciudadano aún lo vuelven una fuerza competitiva en el escenario electoral, Samuel deberá cambiar de estrategia rápidamente si es que todavía quiere tener una oportunidad real de ganar en las próximas elecciones de junio del 2021.
La mala publicidad sí existe y Samuel lo ha aprendido a la mala.
Kevin Zapata Celestino